Se repite la historia

30 de diciembre 2025 - 03:07

Hace pocas semanas, en esta misma columna, les reseñé la historia del transbordador Aris IV; un curioso buque que inmerso en un largo viaje trasatlántico desde Grecia a Guyana se refugió del mal tiempo en el puerto de Málaga. Adquirido el mencionado barco por el gobierno guyanés para cubrir la más importante ruta marítima que en la actualidad posee este país sudamericano y que enlaza las localidades de Parika y Supenaam en la desembocadura del río Esequibo, la necesidad de tener un segundo transbordador, ha llevado a los responsables del Departamento de Transporte y Puertos de este país a adquirir un nuevo ferry para cumplimentar nuevas rutas.

Y así, ya con el Aris IV navegando, el gobierno de Guyana encargaba hace algo más de un año a los astilleros griegos Seagroup Perama en la localidad griega de el Pireo un nuevo transbordador. Realizados los trabajos de construcción en un tiempo récord, en noviembre del presente 2025 se entregaba el Kalliopi N, un barco de 49 metros de eslora y 17 de manga que puede transportar coches y camiones además de embarcar pasajeros. Disponiendo de una gran rampa a proa que lo asemeja a las lanchas de desembarco militar, nuestro protagonista de hoy comenzaba su viaje de posicionamiento trasatlántico; una singladura que inicialmente lo llevó a Cagliari, la capital de la isla italiana de Cerdeña. Cumplimentada esta escala, las previsiones de mal tiempo lo traían al puerto de Málaga donde atracaba en el muelle número seis en la jornada del 11 de diciembre. Con la necesidad de tener una larga ventana de buen tiempo para afrontar su larga travesía trasatlántica, este buque que lleva su rampa soldada y que por su construcción embarcaría mucha mar en caso de tener que enfrentarse a unas olas medianamente grandes durante su navegación, tras cambiar del muelle seis al 3-A3 el 15 de diciembre, finalmente, el domingo 28 dejaba las aguas malacitanas con destino al puerto de Mindelo en Cabo Verde.

Un segundo transbordador destinado a Guyana que, como ya le ocurrió a su hermano de naviera, ha tenido que pasar por el puerto de Málaga para refugiarse del mal tiempo. Una curiosa casualidad que ha ocurrido con tan solo varias semanas de diferencia.

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