Análisis

carmen pérez

Universidad de Sevilla

Pan y leche

No hay día que no te horrorices con el precio de alguno de los alimentos. Son subidas que en valor absoluto pueden parecer poco, pero con respecto a su valor anterior significan un porcentaje de elevación muy considerable. Y el problema es que esto pasa con todos los alimentos y que los tienes que comprar continuamente: a final de mes han consumido una parte mucho mayor de tu renta disponible. El Banco de España, dentro de su informe Evolución reciente de los precios de consumo de los alimentos en el área del euro y en España, publicado este miércoles, analiza especialmente la situación de dos productos, los más básicos, el pan y la leche.

Subir, han subido todos los alimentos y de forma intensa. Los precios de los alimentos se incrementaron un 14,2% en España en el último trimestre de 2022. Pasa en toda Europa (13,8%), pero la situación es más grave en España, donde los alimentos representan un 25,1% de la cesta de consumo, frente al 20,9% de la zona euro. El campeón de las subidas son los aceites y las grasas (31,2%), aunque su contribución a la inflación general ha sido relativamente moderada, dado su peso reducido en la cesta de compra. Sin embargo, los epígrafes siguientes en el ranking, leche, queso y huevos (24,9%) y pan y cereales (19,3%), son dos componentes importantísimos en nuestras compras diarias, por lo que su contribución conjunta a la inflación general ha sido particularmente intensa (1,3%).

Las causas de la subida de los cereales son varias. Desde 2021, la oferta se vio afectada por la sequía en Canadá, Estados Unidos y Rusia, los cuellos de botella, las restricciones a la exportación por el Covid-19 y un notable aumento de la demanda de China; desde febrero de 2022, todo se agravó con la invasión rusa de Ucrania. Además, la producción de cereales se ha visto afectada de forma significativa por el fuerte incremento en los precios de los insumos de los agricultores. El pan, como todos los productos elaborados con esta materia prima, han ido acusando paulatinamente estos mayores precios de los cereales.

Por otra parte, los cereales también han hecho incrementarse un 60% los costes de la producción lechera. Esto se ha unido al incremento de sus costes energéticos y los efectos tanto de la sequía, que ha afectado a la calidad de los pastos, como de temperaturas anormalmente elevadas, que perjudicaron los rendimientos de la producción lechera. Los ganaderos optaron por vender vacas para carne, produciéndose una caída significativa en el stock de vacas productoras de leche en 2022 y, consecuentemente, reduciéndose la oferta de leche cruda. Por último, sus costes de su envasado -20% de los costes de producción-, han aumentado de forma significativa por el fuerte incremento de los precios del plástico asociados al encarecimiento de la energía.

El informe es optimista en cuanto al futuro. Los autores estiman una cierta desaceleración en los incrementos de los precios de los alimentos, aunque advierten de la gran incertidumbre existente por los efectos que pueda tener la sequía observada en Europa en 2022 y porque la guerra en Ucrania continúa, y tanto Rusia como Ucrania tienen una enorme relevancia en los mercados mundiales de cereales. A ver, adelgazaremos.

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