Andalucía de segunda

La plurinacionalidad se le puede indigestar al PSOE, sobre todo en Andalucía, que ha sido y es su gran feudo

El sector pedrista del PSOE de Andalucía ha cometido un error, un inmenso error. Vale que van de kamikazes, a la desesperada, sabiendo que los esperan con los cuchillos políticos afilados al menor despiste. Pero oponerse a la propuesta de "una Andalucía fuerte y de primera en una España cohesionada y solidaria" es apostar por una Andalucía de segunda. Y es tirar a la basura el espíritu del 28-F andaluz, que todos los que entienden mínimamente la historia del PSOE saben que fue el inicio de sus años triunfales. Si el PSOE no hubiera apostado por una Andalucía de primera en los años de la Transición, probablemente Felipe González y Zapatero no hubieran llegado a la Moncloa, y Pedro Sánchez sería el líder de un partido minoritario, que parece su objetivo.

Estos pedristas andaluces del congreso son los nuevos Lauren Postigo del siglo XXI. Andaluz, este no es tu referéndum. Han repetido el esquema de UCD, que después de estar a favor de la autonomía de Andalucía en igualdad con las nacionalidades históricas, se echó atrás por las presiones cavernícolas del centralismo madrileño. El resultado para la UCD fue que ellos mismos se hicieron el harakiri.

En el PSOE nunca han sido nacionalistas, como dice Susana Díaz, pero al principio de la década de los 80, con Rafael Escuredo, jugaron a ser más andalucistas que nadie, y así empezó casi una década y media en la Moncloa, con las habilidades territoriales de Felipe González y Alfonso Guerra, que daban o quitaban, bajo ciertas premisas. En Andalucía nunca dejaron de gobernar, y así han seguido durante casi cuatro décadas con José Rodríguez de la Borbolla, Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz, todos los cuales han aparecido juntos en este congreso, para hacerse una foto, que viene a significar: "Cuidadito, que el PSOE somos nosotros, y ustedes lo único que habéis conseguido es perder elecciones mientras las bases se podemizan".

La plurinacionalidad pedrista se le puede indigestar al PSOE. Sobre todo en Andalucía, que siempre ha sido y es su gran feudo electoral, la reserva espiritual del socialismo. Resulta muy difícil de explicar en esta nuestra comunidad que ahora el PSOE defienda para Cataluña unos privilegios plurinacionales de primera y para Andalucía una administración de segunda. Con un referéndum empezó todo y con otro puede acabar. Hay pedristas que conocen esa historia, y sabrán que juegan con fuego, avivado por la mano del hombre.

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