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Ycuando llega a casa reúne a sus amigos y vecinos, y les dice: "Gozaos conmigo, porque he hallado mi oveja que se había perdido."» El fragmento pertenece a la parábola, harto famosa, de Lc 15,1-7. Por buscar la oveja descarriada el pastor abandona en el desierto a las otras 99. Aparte de la falta de racionalidad económica, uno no la va a cuestionar por no liarla, pero lo cierto es que nuestros partidos políticos, más o menos aconfesionales, se acoplan a ella sin prejuicios.

Así el PSOE readmite gozoso en su redil a dos borregos extraviados, Yolanda Holgado y Augusto Gil, concejales que fueron antes de la Agrupación Socialista de Manilva (ASM) y que de momento permanecerán no adscritos pero dóciles a quien los acoge. ASM le nació al PSOE como una excrecencia de la que Gil y Holgado se desmarcan. Ya no estaban a gusto. Por pérdida de confianza y de ilusión. Y seguramente de expectativas de encontrar un carguito. Francisco Conejo declara que de este modo el gobierno se asienta y los dos viajantes retornan a sus orígenes. Holgado alega que lo hace porque "ha sido educada por su familia" en la doctrina del PSOE , lo que da una idea de cuánto ha podido reflexionar esta mujer sobre sus ideales y principios desde que mamaba. En cuanto a Gil, sus raíces "han sido siempre socialistas", dice. Eso lo equipara al borametz de la Tartaria, monstruosa planta con forma de cordero sujeta por cuatro o cinco raíces y que describe Borges en El libro de los seres imaginarios. Que Holgado y Gil se hayan reciclado en socialistas no se sostiene: vienen de una llamada Agrupación Socialista de Manilva. Sencillamente se han apuntado al PSOE. Ni siquiera han necesitado cambiarse de chaqueta: pueden seguir llevando puesta la cazadora de pana.

Antonia Muñoz es la alcaldesa de Manilva. De IU. Llegó ahí con el apoyo socialista (de ASM) pero cuando se le largaron los dos concejales socialistas (de ASM) el gobierno quedó en minoría y tuvo que afianzarse en un "pacto por la gobernabilidad" con los socialistas (del PSOE). El pacto incluía que no iba a entrar en el gobierno ningún socialista (de ASM), y ahora que dos socialistas (de ASM) son de nuevo socialistas (del PSOE), los socialistas (del PSOE) intentan revisar las cláusulas. Muñoz pretende dejar las cosas claras. Holgado y Gil habrán vuelto a su rebaño pero no los quiere en el equipo de gobierno. Los corderos, mejor en silencio.

Lo más evidente de esta ovina historia es que el pacto antitransfuguismo debió de ser pactado al alba de una noche de botellón. Mientras haya listas cerradas se vota a partidos y si un militante con cargo público abandona el partido, ha de abandonar el cargo. Pero las formaciones lo olvidan o recuerdan según sople el siroco. Por recuperar dos ovejas perdidas se puede perder la reputación ante muchos votantes. También la vergüenza, si les quedara una pizca.