Esta semana ha sido noticia el lanzamiento de un misil experimental supersónico por la potencia militar china. Esta arma de destrucción masiva es capaz de volar desde China a Estados Unidos cruzando la Antártida a cinco veces la velocidad del sonido, algo que parece de ciencia ficción. Rascando un poco más en la noticia compruebo que estos artefactos de destrucción masiva vienen siendo desarrolladas en los últimos años por Rusia, Estados Unidos y China, por lo que de nuevo la tecnología aplicada a la industria militar avanza mucho más rápido, a velocidad "hipersónica" podríamos decir, que la aplicada a otras disciplinas verdaderamente ventajosas, y de nuevo asistimos al despilfarro de millones de dólares invertidos en desarrollos industriales estériles. Pero, y limando todavía más la noticia, por qué no preguntarse ¿quién financia a la industria militar?

La respuesta es sencilla, la industria militar es financiada por los propios gobiernos a través de diferentes corporaciones industriales internacionales, y además por la banca tradicional. Y estas dos certezas son sinónimo de que usted, y yo, financiamos indirectamente todos estos desarrollos de muerte y de destrucción, ya sea como contribuyentes o como clientes. La campaña auspiciada por 5 ONGs y llamada "Banca Armada", además de denunciar esta coyuntura económica diabólica, descubre claramente los nombres de los bancos que usan nuestro capital para desarrollar armas o hacer negocio con ellas. Entidades que son accionistas o financiadoras de empresas armamentísticas, y que fundamentalmente usan los aportes a los Fondos de Inversión o a los Planes de pensiones para hacerse claramente "bancos armados". No duden en seguir rascando, aunque les aviso que les saldrá sarpullido, y entren en su web para conocer la lista completa con sus capitales invertidos, se sorprenderán de lo extendido del negocio.

Banca Armada vuelve a denunciar la hipocresía de Estados y Bancos, y también nos recuerda de nuevo el poder que tenemos como ciudadanía y como consumidores. Existen alternativas, fiables y experimentadas, para gestionar nuestro dinero, y es la denominada Banca Ética. Entidades comprometidas con los derechos humanos y con la paz como principio, que renuncian claramente a costear el negocio de la guerra. Fiare banca ética, Triodos Bank, Coop 57, Oikocredit,… son algunos ejemplos, sigan rascando…