Buenas noticias

El CIS desvela en su último estudio que casi un 60% de los españoles ha pensado que puede morir en esta pandemia

Una de las lecciones que nos dejó a los medios de comunicación la crisis económica que se inició en 2008, y de la que nunca conseguimos recuperarnos del todo, fue la imperiosa necesidad de reflejar con más fuerza en las portadas las buena noticias. Algunas gotas de esperanza en mitad de aquel diluvio de pésimas informaciones. La suma de novedades negativas también causan el hastío de las audiencias que, incluso, acaban por desconectar para oxigenarse. Ya saben con qué abrirán los telediarios.

Las malas noticias figuran en nuestro ADN genuino. Es más, atribuyen a un dicho anglosajón que good news, no news. Aunque otros interpretan que esa sentencia sólo quiere decir que en la mayoría de las ocasiones la ausencia de noticias es la mejor noticia. En contraposición a que lo importante es que hablen de mí aunque sea mal.

Pero tampoco nos vamos a llamar a engaño. Uno de los objetivos principales de los medios es reflejar e interpretar la realidad, pero lo cierto es que una gran mayoría de los contenidos que difundimos son negativos. Y por mero instinto de supervivencia de la propia raza humana la vida no puede ser así. Pero los intentos periodísticos contrarios suelen culminar en fracaso. No hay nada mejor como un suceso para asegurarse los tráficos en las redes.

La pandemia es el único acontecimiento en muchas décadas que se ha mantenido en el primer plano de la actualidad durante nueve meses seguidos. Y quizá la primera y única noticia capaz de generar optimismo ha sido el anuncio esta semana de la vacuna de Pfizer, pese a que continúan abiertas la mayoría de los interrogantes. Más de 13 millones de contagios en Europa, de 70.000 a 75.000 muertos en España, si atendemos a los registros de exceso de mortalidad que elabora quincenalmente el INE, y que pueden deberse al Covid o al déficit de atención al volcarse en el virus toda la sanidad. Miles de bares abocados al cierre sólo en esta provincia. El comercio, los cines, el turismo, el sector cultural, las colas del hambre, las protestas de los colectivos ... El Centro de Investigaciones Sociológicas desvela en su último sondeo que casi un 60% de los españoles ha pensado que puede morir en esta epidemia y duda de que su vida vuelva a ser alguna vez como antes.

El desasosiego y el cansancio psicológico de la población será difícil de medir. Buceando por las web he encontrado páginas que tratan de contrarrestar este sentimiento de depresión. Cuentamealgobueno, Noticias positivas, Buenas Noticias, Diario de información positiva, por citar algunos ejemplos. Premios, rescates de vidas, avances en investigaciones o el salvamento de 120 ballenas en Sry Lanka. Insuficiente. De momento, nos queda la vacuna.

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