Por montera
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Fachada pintada del Palacio -mutante en hotel- del Marqués de la Sonora. Calle Granada 61, territorio-terraza del Museo Picasso. Restauración docemesina de José Manuel Piernagorda. La sorpresa me pilló camino a la conferencia de Dña. Rosario Camacho Martínez, catedrática de Historia del Arte ." Arquitectura y urbanismo de Málaga durante la Ilustración. Imagen y transformación de la ciudad. En la Sociedad Económica de Amigos del País. Auditorio y respetables con presbicia al 100%. Entre ménsulas, capiteles, frontones, ritmos de fachadas, calles y edificios memorables. Dña. Rosario describe como la dinastía de los borbones enfocan hacia la ilustración racionalista en el S XVIII de las Academias. A la moda de París. Un intento centralizador antivicio del "barroco castizo" vigilado desde el Madrid por la recién fundada Escuela de Bellas Artes. En lo que va de siglo XXI hemos tenido suerte con ministras de la tierra. Su paso por las carteras de billete aceleró el "a lo nuestro" en las modernícolas infraestructuras que hoy disfrutamos. En el siglo de las ráfagas de luces, los Gálvez, también con buena mano en la corte, influyeron en los altos presupuestos. De estas intenciones y pujanza demográfica parte el salto de la muralla en el urbanismo malagueño. Un propósito de ciudad fortaleza y ciudad mercado. La mejora del puerto, el auge del comercio, la invención de la Alameda sobre plano y los avances endémicos en la construcción de la catedral. La Academia examinaba todo lo que se construía con dinero público y evaluaba ocurrencias como la del cuartel-plaza de toros, inspirada por un inventivo militar. En pleno auge de la escuadra y la plomada comisionaron al arquitecto Ventura Rodríguez para calibrar cómo progresaban las obras interminables de la catedral y otros templos. Ventura Rodríguez, dio el visto bueno a las ideas del maestro de obra que construía en casa: Antonio Ramos, y de estrambote proporcionó un alzado para finalizar la cubierta, seguimos en ello. Un siglo interesante el XVIII con obispos hidráulicos como Molina Lario promotor del acueducto de San Telmo. Con la ilustración también llegaron proyectos imponentes como el edificio de la Aduana. Y una arquitectura de fachadas coloreadas en iglesias y palacios. A falta de sillares de piedra se aparentan. Como entonces, sin padrino no te bautizas, ni en la iglesia de los Mártires ni en la de los Presupuestos Generales del Estado. Qué barroca es la vida en Cenacheriland.
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