Crónica Personal

Cosas buenas

Sánchez se mostró muy conciliador con Meloni porque quiere que se sume al pacto de Migración y Asilo

Pedro Sánchez se transfigura cuando viaja el exterior. "Querida presidenta", llamó a Giorgia Meloni, la dirigente del partido ultraderechista hermanado con Vox. Meloni intervino en la campaña andaluza de Macarena Olona, lo que provocó toda clase de críticas. Aunque se comprende, que en aquel mitin Meloni utilizó un tono que daba miedo, aunque como jefa del gobierno italiano ha moderado su lenguaje y sus maneras.

En su visita al palacio Chigi, Sánchez se mostró muy conciliador con Meloni porque quiere que se sume al pacto de Migración y Asilo que prepara la UE y que Sánchez pretende que se firme durante el semestre de presidencia rotatoria española, que se inicia en junio. El viaje a Roma forma parte de esa actividad a la que dedica gran parte de su tiempo el jefe de gobierno. Es lo que hacen en los meses previos a su mandato todos los que van a ser presidentes de turno de la UE. Recorren todo el mundo pero dan prioridad a los de la UE, para tratar de convencer a sus jefes de gobierno de que firmen los acuerdos que desean aprobar durante su semestre.

En la reunión con Meloni, que provocaba gran expectación ya que Sánchez presenta a la ultraderecha como centro de todos los males y cuestiona su respeto a la democracia, el presidente sin embargo ha mostrado una gran cordialidad. En la comparecencia conjunta, Sánchez dijo que "Cuando Italia y España trabajan juntas pasan cosas buenas". No le falta razón, pero es chocante que se exprese en esos términos ante la primera jefa de gobierno de la UE que procede de la ultraderecha y cuya elección fue recibida con tantas reticencias por todos. Que en Europa está representada por los socialistas.

Los colaboradores de Sánchez se han apresurado a explicar a los periodistas que no se trata de una visita bilateral, sino que forma parte del calendario de un futuro presidente de turno. De acuerdo, pero es una visita bilateral, se ponga como se pongan los portavoces de Moncloa. Segundo, aclararon también que las relaciones entre países están por encima de la ideología de sus gobernantes. Sí, esa es la doctrina Estrada, que se utiliza habitualmente en las relaciones diplomática, y que Sánchez se negaba a admitir cuando estaba en la oposición.

En cualquier caso, es importante que Sánchez realice un viaje a Italia y mantenga una conversación útil con su jefe de gobierno aunque forme parte de la ultraderecha. Las relaciones internacionales son un asunto de suficiente relevancia como para abordarlas con altura de miras. Por otra parte, Meloni no es peor que algunos socios parlamentarios de Sánchez. O que ciertos dictadores latinoamericanos a los que Sánchez tiene en estima.

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