Están las estrellas y los estrellantes. Cencaheriland concentra la tribu del audiovisual: pelos de colores y outfits sororos. Fashionismos de toda clase de aguja transparente que compiten con estrafalarias despedidas de soltería. Pero antes de entrar en el ajo festivalero con vistas al teatro romano, permítame compartir que en el Museo de la Aduana se encuentra la sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga. Ahí en una cámara cuasi secreta como si fuese el Hogwarts de Harry Potter. La ilustrada institución cumple 175 años con logotipo renovado y una web apañada. El 29 de febrero la Junta de Gobierno de tan rutilante institución reconoció el talento de la cosecha malagueña y moscatel: los Premios Nacionales añada 2021-22.Estrella de luz, diploma y aplausos para Revista Litoral por el fomento a la lectura. También para Guillermo Busutil, orfebre de las letras en Periodismo Cultural. Aurora Luque en Poesía y Rogelio López Cuenca en Artes Plásticas. Ausencia de autoridades municipales y autonómicas de la cultura nostra. Discursos breves y estimulantes. En sus memorias, el canciller Otto von Bismark, muy viajado por las embajadas europeas de su tiempo de hierro, comentaba que para desenvolverse con autoridad por París, era preceptivo llevar condecoraciones en la solapa y banda de seda. Acá se lleva la medalla, ya sea de la Academia o de la hermandad cofrade que siempre cuelga bien. Al mismo tiempo, los aledaños callelarios se teñían de moqueta. En la Alameda Principal florecían las casetas de la Feria del Libro Antiguo. El 27 Festival de Cine en Español de Málaga, ya cuenta con su categoría A, como Donosti, Venecia o Berlín. Estas citas internacionales también se distinguen con su pegatina de altas o bajas emisiones...de entradas. Y créame que la Carcasona del Parque lo está dando todo: baldeo matutino de resbalón, vigilancia patinetero policial más el montaje de toda clase de chirimbolos.

Sábado con madrugón de comedia. A las 8:30 pasaron en el Albéniz Matusalén, película dirigida por David Galán Galindo. Va de un rapero cuarentón interpretado por Julián López. Nos hizo reír, llorar y pasar vergüenza ajena. Cada vez que aparece Antonio Resines en pantalla, el público se ríe. Imagine si le acompañan Miren Ibarguren, Raúl Cimas, Carlos Areces… Estrellas chanantes que siguen cumpliendo carcajadas, sin más dramas. Tontunas que se agradecen.

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