Desde el año 2011 se viene celebrando en casi 400 ciudades europeas simultáneamente la noche europea de los investigadores. Málaga, dada su clara influencia tecnológica en el panorama internacional, también ha sabido unir a los científicos y a los ciudadanos para que unos saquen a la calle sus conocimientos y otros se sumerjan en ellos. Es una de las principales acciones de transferencia que toda universidad debe realizar y es un compromiso claro con la transparencia y el buen hacer de los académicos en el mundo. Esperemos que cada año siga creciendo y llegando a más jóvenes y mayores esta oportunidad para que todos conozcamos los avances de nuestra sociedad y el futuro devenir de tan intensa creatividad humana.

Para la mayoría de los investigadores esta última noche de septiembre nos sirve de aliciente y de puesta a punto de nuestras aplicaciones. Llega el momento en que todo lo analizado, debatido, publicado y fabricado se muestra al público en general. Sus reacciones, inquietudes y respuestas sirven como la mejor de las evaluaciones posibles del duro trabajo realizado. Muchos de nosotros, que pasamos el año enseñando y evaluando a nuestros universitarios, somos evaluados por unos ciudadanos ávidos de experiencias científicas y sorprendidos por sus novedosas aplicaciones. Por ello cada detalle debe ser cuidado, cada pregunta debe ser contestada y cada inquietud debe ser corregida, antes de poner a prueba en plena calle todas estas innovaciones. Noche de nervios, dudas, risas y sorpresas, pero para la mayoría también es un momento de descubrimiento y admiración por el trabajo abnegado y complejo de nuestros investigadores.

Al igual que Málaga sabe vestirse de la calidad del mundo de la alta costura, del embrujo del cine español o de la pasión de su Semana Santa, también hay un pequeño lugar para experimentar con el conocimiento y la tecnología. Sirvan estas humildes líneas para agradecer a todos los organizadores y participantes de este gran acontecimiento anual. La posibilidad de presentar en sociedad las nuevas tecnologías hacen a nuestros investigadores más cercanos y a nuestros ciudadanos más receptivos ante los avances que la ciencia y el conocimiento nos deparan. Porque como decía la dos veces Nobel, María Curie: “Nada en la vida es para ser temido, es sólo para ser comprendido. Ahora es el momento de entender más, de modo que podamos temer menos.”