El zoco

juan lópez cohard

Montesquieu ha muerto ¡Viva Montesquieu!

Puede que no, que aún no haya muerto pero está agonizando. Lo que caracteriza a un Estado de Derecho, a una democracia, frente a las dictaduras totalitaristas, ya sean comunistas o fascistas, es la separación e independencia de los tres poderes del Estado. Cuando el poder Ejecutivo se convierte en el poder supremo y entra por la puerta, la democracia y la libertad salen por la ventana. De ahí que los partidos de doctrinas totalitarias, cuando llegan al poder, en las democracias, intenten el control de los tres poderes.

La hoja de ruta del Partido Comunista de España quedó marcada en su programa en 1975. Había que luchar por el establecimiento de una democracia pluripartidista para alcanzar la democracia socialista (léase "dictadura del proletariado"). Así quedó expresado en su "Manifiesto Programa en la IIª Conferencia nacional del PCE". Ahí quedó latente hasta que se han dado las circunstancias propicias para despertar y poner en marcha los mecanismos para alcanzar su objetivo. Se trata de alcanzarlo aprovechando los resquicios legales que las democracias liberales siempre dejan abiertos, confiadas en el juego limpio, la ética y la buena voluntad.

Paso a paso, en muy poco tiempo, y aprovechando la oportunidad que ha venido de la mano del Covid-19, el Ejecutivo de Sánchez, apoyado por los "patriotas que aman a España" como ERC, PNV, Bildu, UP, y otros, controla el Congreso, el Senado y la Fiscalía General del Estado. Ahora hay prisa por controlar el Poder Judicial. Única forma que tiene de satisfacer las demandas de los citados "socios" para mantenerse en el poder.

Hay quien no le da importancia a que el Ejecutivo controle el Consejo General del Poder Judicial argumentando que, al fin y al cabo, éste, ni imparte justicia ni hace ejecutar lo juzgado. Pero no podemos olvidar que, si no imparte justicia, si controla a los que la imparten, y si que quita y pone a su señor. No olvidemos que entre las competencias del Consejo están: Proponer los nombramientos del Presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, además de su Vicepresidente, los miembros del Tribunal Constitucional, Presidentes de Sala y Magistrados del Supremo, Presidente de la Audiencia Nacional y de cada una de sus Salas, Los Presidente de cada uno del los Tribunales Superiores de justicia y sus Salas y los Presidentes de las Audiencias Provinciales, el Magistrado de la Sala Segunda de lo Penal y Tercera de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, competente para conocer de la autorización de las actividades del CNI que afecten a los derechos fundamentales, además de sus sustitutos. Aparte de: La inspección de Juzgados y Tribunales, Selección y formación, destino, ascensos y régimen disciplinario de jueces y magistrados y, por terminar, el nombramiento mediante orden de jueces, y magistrados,….

Sabido esto, la pregunta es ¿Controlar el CGPJ es o no controlar la Judicatura? Si los miembros elegidos, lo son de la misma forma que la Fiscal General del Estado que, queramos o no, es una comisaria política a las ordenes del PSOE, a la Justicia se le cae la venda de los ojos, la democracia sale por la ventana y Montesquieu ha muerto ¡Viva Montesquieu!

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