Notas al margen
David Fernández
Del cinismo de Sánchez a la torpeza de Feijóo
SUPERÓ el ecuador la campaña con una sensación extraña alojada en el fondo del estómago. No se si será el cansancio de los candidatos, el efecto perverso de los rayos solares sobre sus cabezas durante tantos paseos por calles y mercadillos, o los nervios propios de la incertidumbre ante los resultados del 9-M. Algo que se me escapa debe estar pasando porque no termino de entender, por ejemplo, el contenido de los mensajes desgranados por Alberto Ruiz Gallardón en su tempranero mitin de ayer. El alcalde madrileño, que no ha terminado su anunciado proceso de reflexión sobre su propio futuro político, vino a recomendar a los malagueños la opción de Mariano Rajoy, en una postura que podría ser propia del capitán Araña, que hizo embarcar a todos y él se quedó en tierra. Al regidor capitalino se le puede ubicar en el ala más radical del PP, pero en ningún caso como a un paladín de la izquierda. Razón por la que chirriaban estas palabras textuales, "frente a ese conservadurismo político y social que habita en las filas de la izquierda (se refería al PSOE), se encuentra un auténtico progresismo social que defendemos desde el Partido Popular", para después pasar a exhibir un auténtico, y ya manido, medallero, correspondiente a los méritos que los populares se empeñan en colgarse en relación con la paternidad del AVE.
Y aquí entra en juego Magdalena Álvarez, que ayer mismo anunciaba, harta ya de las mentiras de la que calificó como "carcasa política", su intención de demostrar con pelos y señales, a rueda de prensa diaria, quién ha llevado a Málaga del puesto 32 hasta el 3 en el ranking de las inversiones públicas. El ambiente amenaza tormenta y parece que trae pedrisco.
Aunque estos no fueron los únicos detalles llamativos de la jornada de ayer. Por citar otro ejemplo, al republicanísimo Antonio Romero, que repartía propaganda electoral de IU en el mercadillo de Huelin, se le quedaron los ojos a cuadros cuando una señora, seguro que con muy buena intención, le espetó: "Eres el rey de la izquierda". El veterano parlamentario no se lo tomó a mal, ya que se entretenía azuzando a su candidato al Congreso, Eduardo Zorrilla, para que metiese caña a Felipe González, en unas declaraciones que hacía ante una cámara de televisión.
Como adenda a este diario de campaña, señalar que organizado por la coordinadora de gays y lesbianas Girasol se celebró, también ayer, una mesa redonda para conocer las propuestas de los partidos en esta materia. Allí, por fin, conozco al candidato del PSOE Luis Tomás, quien por cierto realizó una brillante y convincente intervención. Ya no es un desconocido.
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