Pendón y sus alcaldes

ANTE la inquietud generalizada entre los alcaldes de los pueblos malagueños, especialmente entre los de la Axarquía, derivada de la aplicación de la actual legislación urbanística que ha originado que muchos de ellos se vean ante procesos judiciales como imputados por delitos urbanísticos, el PSOE malagueño ha puesto a disposición del ayuntamiento que lo solicite, un gabinete de abogados coordinados por el ex rector de la universidad y jurista de reconocido prestigio José María Martín Delgado. A los ya imputados bien les valdrán los juristas y los consejos de tan ilustre profesor, pero al resto será mejor que les vayan buscando unos buenos psicoanalistas para tranquilizarles y que puedan dormir, porque los abogados tan sólo les podrán asesorar sobre la sentencia que les puede caer. Y no es de extrañar que, aparte de estar intranquilos, estén con un cabreo supino viendo como se ha aplicado la misma legislación en pueblos de mayor tamaño, costeros o en las propias capitales. Delito contra el urbanismo es, por ejemplo, el incremento de la edificabilidad permitida en viviendas, y todo el mundo lo hace mediante cierres y ampliaciones, sin que ningún ayuntamiento lo vigile ni lo mande destruir, y sin que por ello imputen a ningún alcalde. Pero como en los pueblos pequeños, con todo su territorio clasificado como rústico, es más fácil vigilar y perseguir cualquier actuación constructora -al Seprona le basta con un ordenador y el Google Earth para actuar- sus alcaldes se han convertido en los muñecos del pim-pam-pum.

Como decía, ante la situación provocada por el mismo PSOE cuando desarrolló la actual ley urbanística, mas le vale poner al servicio de sus alcaldes un gabinete de psicólogos y enviar al eminente equipo de juristas, con Martín Delgado a la cabeza, a Sevilla para que asesoren a la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio cómo cambiar la ley o hacer un reglamento que permita el normal desarrollo urbanístico de esos pequeños municipios cuyos alcaldes están al borde de un ataque de nervios. Esa sí que sería una magnífica misión para el ex rector.

Es de destacar que quien, con el máximo conocimiento de la realidad, ha levantado la bandera en defensa de los alcaldes, cargado de razón y con valentía, es el presidente de la Diputación, Salvador Pendón que, conociendo perfectamente los problemas de sus pueblos y sus alcaldes, sabe que con el marco legal actual -la LOUA- los pequeños municipios de la Axarquía están condenados al ostracismo y el desarraigo de sus jóvenes, a la pobreza y a la dependencia de una agricultura inviable y, por ende, sus alcaldes a ser relegados, y hasta amenazados, por sus convecinos. Por ello, coherentemente, reclama un cambio del marco legal, por la vía de la reforma de la ley o por medio de un reglamento que la desarrolle y matice ordenando el territorio racionalmente.

Razone el PSOE y despierte que, como muy bien exige Pendón junto a sus alcaldes, o se corrige el marco legislativo urbanístico o Martín Delgado terminará coordinando una comisión de expertos en derecho penal.