Notas al margen
David Fernández
Del cinismo de Sánchez a la torpeza de Feijóo
DEsde años, llevo preocupándome del debate, la confrontación, la distinción sobre la poesía culta y poesía popular. Una y otra -la popular también existe- son de gran belleza y significación. Algunos aseguran que sólo existe la poesía culta, y que ésta después de ser leída, cantada y dicha, el pueblo la acomoda, la adapta, la hace suya, para convertirla en copla, romance, canción, etcétera. Algo hay de eso, pero no siempre es así. Identificamos por su talante, nacimiento, formas...a la poesía popular en sus maneras indiscutiblemente genuinas. Ejemplos: "A mi se me importa poco,/que un pájaro en la alamea/ se pase de un árbol a otro."/ Que cada uno traduzca su moraleja. ¿Culta?. En esta soléa que cantara Anilla la de Ronda tenemos las dos tendencias, aunque sea la gracia, la ocurrencia, la que mande: "Te estoy queriendo yo a ti,/con la misma violencia/que tiene el ferrocarri"/. En esta otra, es el drama sencillo y popular, el pueblo que sufre, el gitano que mira su entorno lo que se canta: "En el hospitalito,/ entrando a la derecha/ tenía mi mare e mi arma/ la camita jecha."/ ¿Y ahora, qué?
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