Desde el tendido

J. A. Navarro Arias

Primer pañuelo verde

17 de agosto 2008 - 01:00

LOS toros siguen sin funcionar este año y La Malagueta cada vez está más molesta. La semana de farolillos dio ayer el pistoletazo de salida y lo hizo con el primer pañuelo verde, ese que indica que el toro debe volver a los corrales por algún defecto. El presidente del festejo, ayer le tocó presidir a Enrique Moya, lo tuvo que sacar en el toro que abría plaza, pues ciertamente estaba inválido y no se mantenía en pie. A partir de ahí, la tarde fue algo torcida.

Los siguientes protagonistas, después del toro cojo y el presidente con su pañuelo, fueron los cabestros, siete mansos a los que le costaron conducir al de Pedro Gutiérrez Moya -se lidio una corrida de El Niño de la Capea- a los corrales. Así, con 17 minutos de retraso, volvió a iniciarse el festejo y saltó el primer sobrero, en este caso de Julio de la Puerta.

En los tendidos, a falta de muchas caras conocidas a la espera de que en los próximos días empiecen a comparecer las figuras, se empezaba a cocer una bronca gorda, que finalmente no llegó, aunque la mayoría de toros recibieron pitos porque todos dieron algún que otro traspiés. Poquita fuerza la que mostró el encierro que ayer se lidió, en general como todos los que han pisado el albero malagueño esta Feria.

Fernando Puche presenció el espectáculo, casi escondido, en el burladero de la empresa. Junto a él, un viejo amigo, el también empresario Federico Beltrán. Ambos, en su día, fuero presidentes del Málaga Club de Fútbol. Pero los fichajes que ahora reclama la afición, no deben meter goles ni pararlos, ésta quiere toros.

La polémica oreja de Miguel Abellán en el cuarto de la tarde, al menos, sirvió para distraer la atención, pues toreo ofreció poco el diestro madrileño. Consiguió hacer pasar al toro, mantazo va y muletazo viene, y engañó a una mayoría del público que le pidió la oreja. Moya se la dio y media plaza abroncó al torero. Pese a ser el único que cortó trofeo, también se fue del coso entre pitos. El resto de la tarde fue bastante plana.

En los tendidos estaban los de siempre, los aficionados de abono de todos los días. De hecho, en la puerta los reventa vendían las entradas dos por una. O con un descuendo de 20 euros sobre el precio de taquilla, en caso de adquirirla de forma individual. Con las figuras ya compensarán el abono. Hasta la presente, alguna tarde se ha superado los tres cuartos de plaza, como fue el caso ayer, los llenos se esperan a partir del martes, pues queda poco papel. Hoy, por su parte, tampoco habrá mala entrada, pues toca festejo de rejones, que siempre suelen arrastrar a un público fiel.

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