Llegan los puntos limpios de proximidad a Cenacheriland. Para los vecinos con conciencia verde que te quiero eco, además de los contedores grises para desechos en general, iglús amarillos para los envases de plástico, azules para empapelar con cartón y naranjas para el aceite de fritanga, se suman los chirimbolos de los mini puntos limpios. Estos artefactos tienen una estética algo Steampunk de tecnología victoriana futurista a vapor y remaches gordos. Parecen cajitas chinas sobrealimentadas con sus compartimentos para deshacerse de las inmundicias del contemporáneo consumir. Las pilas, las cápsulas de café a precio de caviar, los tubos fluorescentes y espadas láser, el aceite y los cartuchos de tóner de las impresoras roncas.

Estos minipuntos limpios son todo un invento para fomentar entre la ciudadanía la conciencia del reciclaje, otro sudoku más para los viejennials y millennials que tan angustiados viven con las calorinas del cambio climático. Los puntos limpios de proximidad tienen ranuras para meter las radiografías de la cadera, otro compartimento para deshacerse de los discos de Cd's de espantar palomas e incluso cintas de vídeo que todavía rulan por las estanterías con sus carátulas que amarillean diversiones pasadas. En estos depósitos se pueden separar para su procesamiento los botes de aerosoles, lacas, limpiamuebles e insecticidas, incluso los tapones de plástico, los mismos que los fabricantes de refrescos al último grito amarran a la botella con un hilillo quebradizo. Llama la atención que en este novedoso mobiliario urbano haya un apartado específico para libros y revistas y otro más para los pequeños electrodomésticos que se estropean justo al cumplir la garantía. Son unos mamotretos de piel acerada gris y redondeces coloridas, si tuvieran un cuerno en la nariz recordarían al rinoceronte de Alberto Durero. Sólo les falta reciclar Pokemones que también evolucionan como Greta Thumberg enchironada. De momento Limasam informa que ya ha instalado 14 de estos artefactos rompecabezas. En su web informa con un contador acerca de las toneladas de materiales que se han recuperado en el último año: 8.287 de papel y cartón, 3.670 de plásticos, 122 de caro aluminio, 470 de briks y otras 2.002 de metales y acero. Con los mini súpers de reciclaje nos ahorramos la excursión poligonera al punto limpio de rigor, aunque habrá que seguir peregrinando allá para deshacerse de grandes trastos como lavadoras, televisores, neveras y aires acondicionados políticos para los vaivenes que vienen.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios