La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Vox, el partido de la mentira

Vox se construye sobre un cúmulo de mentiras que sale de un fondo de verdad: el malestar está justificado

No ha tardado mucho tiempo Vox en demostrar que venderá caro el apoyo de sus doce diputados a la investidura de Juanma Moreno y a la formación del Gobierno de coalición PP-Cs. Que su marcaje será estrecho y atosigante. Esta misma semana ha exigido el cese de la consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, por un artículo contra la Semana Santa que publicó hace más de cinco años, y que la Junta ayude a deportar a 52.000 inmigrantes irregulares ubicados en Andalucía (por cierto, ¿cómo saben que son exactamente 52.000?). No han conseguido ninguna de las dos cosas.

Todos los partidos mienten, en el sentido de que no cuentan toda la verdad de sus intenciones, ocultan la parte de la verdad que no les conviene o manejan las medias verdades que definen cualquier realidad (como todos los seres humanos, vamos). Pero Vox es especialmente propenso a mentir. En realidad Vox se está construyendo sobre un cúmulo de mentiras antiguas difundidas universalmente gracias a las nuevas tecnologías. Con un fondo de verdad: el malestar de los destinatarios de sus mensajes embusteros por la crisis, la globalización, la desigualdad y la inmigración está justificado y la política tradicional no ha sabido darle respuesta. O sea, que caldo de cultivo para que el embuste prospere hay.

Es mentira que la Semana Santa andaluza como seña de identidad del pueblo andaluz esté en peligro (al contrario, yo la encuentro más vigorosa y protegida que nunca). Es mentira que los inmigrantes sin papeles quiten el trabajo a los andaluces o colapsen los centros de salud, como certeramente ha advertido Cáritas, que sabe más de inmigración que todos los de Vox juntos. Son mentiras los datos manipulados en los que se basa el aumento de las actitudes xenófobas y racistas que acaban de denunciar los obispos andaluces. Es mentira que los inmigrantes acaparen las ayudas y subvenciones públicas en detrimento de los autóctonos. Es mentira que los asesinos de mujeres sean extranjeros. Es mentira que haya muchas denuncias falsas de violencia machista por parte de mujeres (en realidad, muy pocas). Es mentira que la inmigración traiga consigo un aumento de la delincuencia insoportable.

Incluso es mentira que Vox sea un partido nacional y patriótico. Si lo fuera no se hubiese dejado financiar por una organización extranjera, iraní, de origen islámico-marxista y con una rama que fue terrorista en su día. Poco español veo yo eso.

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