El balcón
Ignacio Martínez
Sota de Espadas
CUANDO Málaga Hoy se asomó por primera vez a los quioscos, entonces sólo físicos, gobernaba en la capital malagueña Francisco de la Torre. Quince años después, sigue comandada por el mismo regidor pero ha mediado una transformación histórica: se ha situado, de cara al exterior, como una de las urbes españolas más atractivas gracias a su apuesta cultural. La Málaga de los museos cuajó como identidad y le ha servido para configurar una marca sólida en la última década. Pero todo trayecto necesita ampliarse con nuevos desafíos para que las metas deseadas siempre parezcan al alcance, pero a distancia, porque deben renovarse continuamente.
Y ese es el principal reto de la que por una vez ha ejercido como la capital de la Costa del Sol. Sin perder la riqueza acumulada necesita marcarse nuevos objetivos pero dar un nuevo salto. Pero hemos de felicitarnos de que la principal ciudad, tradicionalmente a la sombra del territorio litoral se haya reivindicado en su papel de locomotora política de la provincia. Como contraposición a Marbella, aún no recuperada del todo de la etapa de Jesús Gil y los escándalos de corrupción, limitada por las dificultades para aprobar un nuevo plan de urbanismo que la impulse económicamente y le permita, a su vez, cerrar las heridas con ese nefasto pasado. Es indudable que ha perdido peso, pero seguramente espera agazapada, segura de recuperar su etapa de esplendor.
En este número especial que hoy difundimos, recorreremos los logros y los déficit que arrastra la provincia. Su economía sigue ligada a una extrema dependencia del sector servicios y el turismo y eso se traduce en bajos sueldos y en una estacionalidad que agita el mercado laboral. El final de la crisis ha devuelto una sociedad con menos recursos y más desigual. En uno de los últimos informes que hemos publicado advertíamos que el diferencial negativo de los salarios actuales respecto a los ingresos medios de los malagueño en 2008 era 600 euros inferior. Siempre por debajo de la media nacional.
La despoblación afecta a un 70% de los 103 municipios de la provincia. Los pueblos pequeños cuentan cada vez con más personas mayores. Los jóvenes se marchan y buscan las ciudades. En 2018, el número de habitantes en 68 municipios había descendido en la última década, según los datos oficiales que recogía el Instituto Nacional de Estadística. Con localidades con una reducción en ese periodo de un 15% de sus residentes y, en concreto, en seis, de más de un 20%. Con nombres y apellidos: Jubrique, Canillas de Aceituno, Igualeja, Genalguacil, Gaucín y Alfarnatejo. Las comunicaciones se presentan claves. Las viarias porque son necesarias infraestructuras que no conviertan en una pesadilla el tránsito por esas áreas rurales y las tecnológicos, porque pueden ofrecer alternativas para profesionales que aspiren a otro tipo de calidad de vida. Lo pequeño es urgente pero también lo ambicioso. Es inconcebible que no asome en el horizonte ni el más remoto plazo para unir por tren todo la costa, hasta Marbella y Estepona primero y, lo que hoy resulta impensable, hasta Vélez y Nerja, después.
El saneamiento también avanza con excesiva lentitud, pese a los apremios de la Unión Europea y las denuncias de los grupos ecologistas ante los vertidos que van directamente al mar o a los ríos sin ningún tratamiento previo. La palabra sostenibilidad es quizá una de las que más se utiliza, pero para completar discursos políticamente correctos. Y la falta de recursos hídricos tampoco encuentra respuesta en la Administración pública. Málaga es una provincia eminentemente turística que cada vez padece más periodos prolongados de sequía sin que se proyecten las infraestructuras necesarias para garantizar un abastecimiento, con un consumo más responsable.
En Deportes, sólo el Unicaja ha logrado en está década y media mantenerse a la altura de un equipo de elite. Con luces y sombras, pero con una cosecha de alegrías que compensa. El Málaga Club de Fútbol se asomó en este periodo a unas semifinales de la Liga de Campeones y acabó hundido en el pozo de la Segunda División, después de varios años de venta al por mayor de las mejores piezas del equipo. Y los deportistas y las deportistas de Málaga gozan de buena salud en casi todas las disciplinas.
La mujer se ha ido abriendo camino con fuerza y su protagonismo en todos los ángulos de la vida queda ya fuera de discusión. Esa presencia cada vez más notable en las páginas de este diario es quizá uno de los grandes titulares para resumir como balance de los quince años de un periódico, en este caso de Málaga Hoy. Un proyecto todavía joven pero que intenta mantener el pulso con el objetivo de ofrecer esa visión distinta y crítica con la que el Grupo Joly lo alumbró un mes de mayo de 2004: “Otra forma de ver las cosas”. Ahora con una clara apuesta por conectar con las demandas que rigen en las nuevas fórmulas para informar que permiten la tecnología, pero sin perder de vista que se trata sólo de herramientas para llegar a un número cada vez mayor de usuarios con contenidos atractivos pero de calidad. Con aciertos y errores, pero sin perder de vista el interés general y la idiosincrasia de pertenecer al único grupo andaluz de comunicación.
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