La cordada del Peugeot

Juan Manuel Moreno dijo ayer que se va a seguir haciendo muchas fotos. Normal; su principal actividad es la propaganda. Pero la semana produjo mejores fotos. Una el miércoles, en la zona del banco azul del Congreso del presidente, vicepresidentas y ministros de Estado. En la arriesgada sesión de control, cinco asientos estaban vacíos mientras Sánchez respondía con improperios a las invectivas de Feijóo. Más de media fila deshabitada por Yolanda Díaz, Aagesen, Margarita Robles, Marlasca y Óscar Puente. Enfrente, un PP al abordaje con diez preguntas; ninguna de Bendodo, suplente en el festival de truenos. Tras el impacto de las pruebas contra sus dos brazos derechos en el PSOE en los últimos ocho años, el presidente buscaba apoyos de socios que no querían fotografiarse con él.

El excelente ensayo de Enric Juliana España, el pacto y la furia incluye una reflexión pertinente: “En España, las elecciones las ganan y las pierden los partidos, pero las presidencias las conquistan y se las dejan arrebatar las cordadas. Los jóvenes azules de la Secretaría General del Movimiento [UCD]; el clan de la tortilla de González y Guerra en los pinares de Sevilla; el clan de Valladolid de los primeros aznaristas; la mesa camilla de la Nueva Vía en el piso de Trinidad Jiménez... Cuerdas que un día se rompen”. Añado de mi cosecha a la tripulación del Peugeot de Pedro Sánchez, que le ayudó a recuperar el mando del PSOE en 2017. Un trío nada fotogénico.

Otra foto pertinente de escaños vacíos, grave en la historia reciente de España, se produjo en junio de 2003, cuando dos diputados socialistas de una cordada auxiliar de la mesa camilla de Zapatero, la de los balbases, dejó tirado a Simancas cuando tenía mayoría con Izquierda Unida para ser presidente de Madrid. Así logró Esperanza Aguirre la Presidencia hace 22 años. Se dijo que la operación la habían financiado empresas constructoras corruptoras, pero nada se concluyó. (Al cabeza de aquel grupo, José Luis Balbás, le llamaban el hombre del maletín). Cuando estos días la gente se pregunta cómo consiguieron tener tanto poder Ábalos, Cerdán y Koldo, habría que explicar cómo llegaron Tamayo y Sáez a las listas de 2003. Por el mismo método; adulación al jefe y lealtad perruna, premiadas sobre cualquier ética o acreditación.

Si la cuerda se rompe, como le ha pasado ahora a Sánchez, se cae todo el equipo. Y la foto es de un accidente, mortal de necesidad para todos ellos.