Poco o nada escuchamos ya hablar del coronavirus. El rápido aumento de casos, relacionados con dos nuevos sublinajes de Omicrón, predice un otoño difícil en toda Europa, según advierte la OMS. En España ya solo se contabilizan los casos de Covid-19, que requieren hospitalización y los que afectan a mayores de 60 años que demandan atención sanitaria. Aun así hace 10 días la incidencia acumulada en este sector de la población, superaba los 1000 casos por 100.000 habitantes. Ahora parece que empezamos a "doblegar la curva de contagios", sin olvidar las casi 300 muertes diarias atribuidas a este virus en las últimas semanas.

Ya nadie duda que el coronavirus nos acompañará durante mucho tiempo y que esta epidemia ha cambiado de forma drástica y permanente la estructura de nuestra atención sanitaria en años venideros

Con una Atención Primaria sobresaturada, profesionales exhaustos, hospitales con salas permanentes de Covid y con la perspectiva incierta de un futuro recambio del personal médico en los próximos años, la situación de nuestro sistema sanitario a largo plazo preocupa y mucho. No obstante, creo que la pandemia supone también una oportunidad para conseguir una Sanidad mejor.

Importantes decisiones han de considerarse, al menos para un futuro inmediato. Algunas ya se han tomado, como: un acuerdo internacional sobre pandemias, que permitirá una lucha y una respuesta coordinada, tanto desde el punto de vista de la atención sanitaria como de la investigación a esta y otras epidemias del futuro. Otras en nuestro país, han de acometerse como: la potenciación de la colaboración entre la sanidad público-privada, de tal manera que se permita al paciente libre elección de centro, servicio y profesional, estimulando así una "sana" competencia intercentros y consecuentemente una mayor calidad asistencial. También el refuerzo y la transformación de la Atención Primaria, que pasa indefectiblemente por el aumento de personal médico y de enfermería, garantizando el recambio de personal ; mejorar la accesibilidad del ciudadano a este nivel asistencial (actualmente muy dificultado) poniendo todos los medios técnicos a su alcance, facilitando las consultas telemáticas, formando al personal sanitario y educando a la población, incluso a la de avanzada edad, en estas novedosas técnicas de consulta. Y por último y no menos importante, incentivar la investigación, no solo la básica, sino también la clínica, facilitando jornadas laborales que el clínico pueda dedicar a ello, sin tener que hacerlo como hasta ahora en su tiempo libre.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios