El día de la marmota

HA pasado unos días en Málaga en esta Semana Santa Enrique Urkijo con K, que diría el senador Joaquín Ramírez, el primer director del Metro que tuvo que sortear las principales dificultades para que el suburbano pudiera arrancar. A Urkijo le gusta cuando regresa repasar la prensa local y lógicamente leyó las informaciones de este periódico sobre los nuevos problemas con la prolongación del transporte al centro, las exigencias del alcalde de que estén listas, antes de acceder a que entren los tajos en la Alameda, unas conexiones de tráfico. La intención de evitar las obras conflictivas a falta de menos de dos meses para las elecciones. En definitiva, la historia se repetía igual que hace ocho años. Entonces el objetivo a evitar a toda costa era que la obra no abriera en canal la Carretera de Cádiz, también en vísperas de unas elecciones municipales. El alcalde logró su propósito, la actuación del Metro fue acumulando retrasos a los que luego se añadieron otros por la impericia de la Junta. El resultado final está aquí. Once años y un Metro e medio construir. Como el día de la marmota, la historia se repite. La diferencia es que Urkijo ha podido disfrutar de la Semana Santa sin preocupaciones. Los dolores de cabeza lo sufrirán ahora otros a la vuelta de estas jornadas festivas.