La diferencia de motivación

NO es la primera vez que el Zenit sufre una derrota que pueda resultar sorprendente en la Liga de Campeones. Son situaciones distintas y equipos de nivel diferente, pero el año pasado también cayó con el Apoel (2-1) y también impactó. Se desconocía entonces la trayectoria que tendría el equipo chipriota posteriormente. Honestamente, creo que el partido de Málaga lo condicionaron los dos primeros goles. 2-0 a los 13 minutos es un camino empinado para cualquier equipo. El juego del Apoel dista mucho del del Málaga, que interpreta muy bien al fútbol, pero que también concede espacios. De hecho, el Zenit llegó bastante y pudo marcar también sus goles.

El Zenit es un club con una idiosincrasia particular. Vimos el martes el nivel real de la Liga española, que es muy alto. Es una tendencia en Rusia gastar dinero más en nombres que en jugadores. Los sueldos son muy altos, los traspasos cuantiosos, pero a veces el Zenit peca de esos defectos de club rico. La diferencia de motivación entre los dos equipos, creo, fue esencial. Para el Málaga el partido era algo nuevo, diferente. Para el Zenit, un partido más, ese defecto de equipo con mucho dinero y con grandeza en su país que decía antes. El problema es que no es la primera vez que le ocurre. Había jugadores, como Lukovic, habitual suplente. O Bruno Alves, que repetidamente ha mostrado su intención de marcharse. Sonó para Atlético de Madrid o Fiorentina. Y parece que no está a gusto y se le nota en el campo.

Evidentemente, Isco impactó bastante por el escenario, pero no es un jugador desconocido para mí, le he visto en bastantes resúmenes de la Liga española, es un jugador de técnica sobresaliente que no pasa desapercibido y que hizo sufrir mucho a Anyukov, que tras la Eurocopa'12 no ha jugado demasiado. De hecho, el checo Hubocan es quien habitualmente juega ahí en su posición. No estuvo bien. Isco es el tipo de jugador que hace daño al Zenit cuando el equipo no está enchufado.

Me comentan que en Málaga se bromeaba ayer con la posibilidad de que Isco fuera objetivo del Zenit por su precio (21 millones de euros) tras los grandes traspasos afrontados hace pocas semanas. Y lo cierto es que sería algo muy típico del Zenit. Hulk, por ejemplo, vino después de que el año pasado se jugara con el Oporto en Champions. Y no hizo precisamente grandes partidos entonces. El club a veces funciona por impulsos y es clásico fichar a jugadores que hacen daño y se lucen con otro equipo, como si se encaprichara de ellos. No sólo en el Zenit, sino en Rusia en general. Es un poco el fútbol moderno aquí, creo que en las secretarias técnicas hay un trabajo de mejora.

Desde luego, en San Petersburgo ha habido críticas tras el partido. Ayer, la sesión de entrenamiento fue a puerta cerrada, de manera sorprendente. Aquí siempre son abiertos. Da idea de que el 3-0 de Málaga hizo daño.