Emergencias

09 de noviembre 2025 - 03:09

Terremotos, tsunamis, inundaciones, eventos solares, incendios, apagones… devastadores caprichos de la Naturaleza. Por ello, hay que contemplar el hipotético contexto de una situación de emergencia. Más o menos así comenzó el segundo seminario presencial Plan familiar ante emergencias impartido por la Ingrid Mateo Manrique, licenciada en Ciencias Biológicas, celebrado el viernes siete de noviembre en las instalaciones de Protección Civil de Rincón de la Victoria. Tres horas y media de formación práctica ante un público atento entre el que había bastantes sanitarias muy guerreras. La tarde pasó volando con nociones detalladas sobre tipos de emergencia, escenarios locales probables o previsibles, demostración de materiales y suministros necesarios, guías de planes de contingencia, rutas de escape, planes de transporte, comunicación, mantenimiento y control del almacenamiento.

Lo básico es tener garrafas, botellas de agua o potabilizadores y la despensa llena. Inspirados en los países nórdicos, desde Bruselas nos llevan dando el toque por lo bajini para que todo quisque se las apañe un mínimo de 3 días por su cuenta. Por razones que varían desde chuzos, drones y obuses de punta a ciberataques y apagones eléctricos, tocando madera para que no se nos caiga el cielo encima o desaparezca la tierra bajo los pies. Por ello nos recomiendan acopiar los recursos esenciales, y que cada familia resista, como en la aldea gala de Astérix y Obélix. Que nos busquemos la vida, dicho en fino:” la autosuficiencia de la población durante al menos 72 horas en toda la UE”... “En caso de perturbaciones extremas, es posible que las autoridades públicas no puedan cubrir las necesidades básicas de todos en el periodo inicial de una crisis”. Vivimos cómo se las gastaron en los primeros días de la dana de Valencia. Los cuerpos de seguridad y servicios de emergencia llegan hasta donde pueden o les dejan. Motivo por el que es imprescindible que el vecindario de Cenacheriland esté informado y preparado por pura responsabilidad familiar, individual y comunitaria.

Contar con los conocimientos y recursos adecuados sin excusas. Agua, alimento, fuego y refugio. Botiquín de primeros auxilios, medicinas, silbatos, linternas, mantas térmicas, radio… Un equipamiento que se resume en la cada día más popular mochila de las 72 horas, una por persona (las hay incluso para las mascotas). Estar listos para atrincherarse en la madriguera o salir pitando con un plano de papel en la mano, dado que san Google será el primero en darse el piro en caso de colapso energético y digital. Consejo de viejennial analógico;-)

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