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David Fernández
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Frivolidad. ¿Qué es la frivolidad? Parece ser que es una actitud por la que no se le concede importancia alguna a las cosas, o sea, la cualidad de lo irrelevante, lo que se toma como banal y poco serio, en definitiva, en términos actuales, el pasotismo. También se asocia con la estupidez o una forma de la inconsciencia. Yo la concibo igual que el Marqués de Bradomin, o sea, Don Ramón María, en sus Sonatas cuando gritaba ¡Viva la bagatela!
Y cabe preguntarse ¿Es el presidente de la Junta, Juanma Moreno Bonilla, un frívolo? Bueno, de eso le acusa el secretario general del PSOE de Málaga y candidato a su alcaldía, Dani Perez, por tatuarse "A58" que son los escaños obtenidos en las pasadas elecciones, su mayoría absoluta. Pues sí, a mi me lo parece. Me parece una frivolidad, pero no irrelevante, sino hecho con toda la mala leche del mundo para desviar la atención de otros temas que no le interesan. No da puntada sin hilo este Juanma tildado como "el buenazo". En cualquier caso ésta su frivolidad nos sale bastante más barata a los españoles que la de Pedro Sánchez haciéndose un cortometraje publicitario a su mayor gloria. Ya mismo Nextflix comenzará cada capítulo de sus series con un NODO de Sánchez, como sufríamos los que ya tenemos una provecta edad con Franco. Con la diferencia de que aquél nos inauguraba un pantano de vez en cuando y éste no inaugura más que catástrofes.
Ya tenemos, o estamos en buena vía para tenerlo, Presupuestos Generales del Estado para el año 2023. Son triunfales. El mayor gasto (deuda) aprobado en la historia de España. ¿Quién lo devolverá? (Porque las deudas no salen gratis, hay que devolverlas y con intereses). Vd., señora, como diría el profesor Rodríguez Braun en el programa de Carlos Alsina en Onda Cero. Incrementar el gasto para que nadie se quede atrás, esto es, incrementar la masa monetaria del mercado para combatir la inflación, dice el Gobierno. Justo la receta de política económica contraria a lo que dice la economía política tradicional que debe hacerse. Pero lo peor es que la oposición, el PP de Feijóo, recomienda como receta, para combatir la desmesurada subida de los precios, una bajada generalizada de los impuestos, receta que tiene el mismo efecto que el aumento del gasto, incrementar la masa monetaria. ¿Pero es que ninguno se da cuenta de que donde hay que poner la lupa es en disminuir el gasto superfluo, que no la inversión, y aumentar la productividad? Que es necesario incrementar la oferta para que la demanda no tire del precio hacia arriba. Que, si bien tenemos factores externos desestabilizadores, podemos y debemos hacer unas políticas económicas, fiscales y de rentas serias que salvaguarden a las economías familiares más débiles y se contengan los precios sin enfriar la economía. Déjense ya de políticas frívolas, de guerras dialécticas inútiles que no nos llevan más que a generar un cabreo nacional generalizado. ¿Es este el desgraciado sino de España? En unos meses veremos y sufriremos las consecuencias de estas frivolidades políticas. No lo duden, amigos. Y no nos llamen agoreros. No deseamos lo que preconizamos, pero con mucha probabilidad España, y otros países de la UE, pueden entrar en recesión. Hagan ustedes lo que hagan, como Don Álvaro, maldecirán la fuerza del destino.
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