La hemeroteca no engaña

NO hay arma más contundente para la prensa que las hemerotecas. Los políticos son expertos en liarse en su propia telaraña, en caer en el agujero cavado por sus promesas fallidas y sus incoherencias. Así que casi ninguno resiste la prueba del algodón de medirse con sus palabras. El alcalde de Málaga es especialmente vulnerable al careo con las hemerotecas porque tiene la virtud y el defecto de no rehuir una pregunta. No es un político que se esconda y desde luego sus múltiples actos diarios lo exponen continuamente.

Son cientos las respuestas del regidor del tipo "lo estudiaremos" o "estamos trabajando en ello". También su hábito de trasladar el problema a otras administraciones. Aunque es cierto que De la Torre nunca dice nada de forma taxativa, contundente. Jamás hay una decisión firme en la que no deje algún resquicio por el que escapar. Como el jardín fiscal en el que se ha metido al presumir de que congelará los impuestos, cuando su partido propugna a nivel nacional su bajada y cuando el regidor anunció en enero que habría que "compensar" la subida por encima del IPC de 2009.

Cuando se ve acorralado, el alcalde suele mantener una defensa numantina e incluso ofenderse. Es lo que le ocurrió ayer en su irritada intervención en Hoy por hoy de la Ser, en el que Esther Luque tuvo incluso que pedirle tranquilidad. Pero en su imposible defensa de los impuestos, De la Torre volvió a cometer dos de sus errores frecuentes. Habló del "esfuerzo" que hace para no subirlos, como si los ediles del PP pusieran el dinero de su propio bolsillo, y también presumió de no haber aumentado aún el IBI, una subida aparcada que obligatoriamente tendrá que hacer el Consistorio en los próximos años, preferentemente después de las próximas elecciones y cuando nadie, salvo las hemerotecas, se acuerde.