El mandato de Susana Díaz

28 de julio 2013 - 01:00

Aprimeros de septiembre Susana Díaz se convertirá en la primera mujer que accede a la Presidencia de la Junta de Andalucía. Lo hará sin haber pasado por las urnas como candidata a dicho cargo, como le ocurrió a su antecesor, José Antonio Griñán, y anteriormente a José Rodríguez de la Borbolla, que revalidaron posteriormente sus mandatos gracias al voto ciudadano. Es lo que también pretende hacer Díaz, propuesta por el PSOE andaluz, tras unas primarias fallidas, para cuando se convoquen, por ella misma, las próximas elecciones andaluzas. Su proclamación se produce tras la súbita decisión del actual presidente de interrumpir su mandato y dirigir su sucesión en favor de una persona de su máxima confianza y lealtad. Cuando sea investida como presidenta, gracias al apoyo ya garantizado de los diputados de IU, Susana Díaz deberá afrontar un serio desafío, el más problemático, arduo y apasionante de su ya larga trayectoria política que, en su caso, equivale prácticamente a su biografía personal desde la adolescencia. Por un lado, ha de dar respuesta a la grave situación en que se encuentra Andalucía, cuyo progreso desde que logró la autonomía es compatible con su mantenimiento como comunidad marcada por los peores índices de desempleo, fracaso escolar y otras carencias. Ese es, sin duda, su mayor compromiso, el que dará la medida del éxito o el fracaso de su gestión. También tendrá que asegurarse de la continuidad del gobierno de coalición con IU -única garantía de su propia continuidad- y formar un equipo libre de toda vinculación con el escándalo de los ERE que ha protagonizado la gestión de su predecesor y mentor. No es menor el reto de desprenderse de las connotaciones partidistas que han caracterizado su carrera, siempre volcada en las tareas orgánicas. Ahora deberá gobernar para todos los andaluces, no para los votantes socialistas (que son minoría en el conjunto de la región). Sólo así podrá hacer realidad el "tiempo nuevo" que ella misma anuncia.

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