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Para Ana María Flores, pregonera de la Semana Santa en 2009, el Martes Santo es como ella misma reconoce con una sonrisa "un día de carreras". Pero también es "el día en que la Virgen de las Penas (de la que es camarera) está en la calle". Su ajetreada jornada cofrade comienza por la mañana, cuando visita la capilla del oratorio de calle Pozos Dulces una vez que los jardineros municipales han terminado de conformar el manto de flores de la Dolorosa. Después de un breve descanso para almorzar, "corriendo" ella y su familia se dirigen hacia la casa hermandad ya que su hijo menor es portador de la virgen.
En sus palabras al narrar la agenda para ese día, se le adivinan la misma emoción y los mismos nervios que confiesa sentir "como todos los cofrades" a la salida de la corporación, hermandad a la que llegó por su amistad desde la infancia con Francisco Calderón, actual hermano mayor de las Penas. Junto a esta hermandad, a la que le encanta ver a su paso por calle San Agustín, vivió el año pasado "una experiencia única" ya que fue la encargada de dirigir la estación de penitencia en la Catedral.
A pesar de su inmenso cariño y devoción a su Virgen de las Penas, Ana María no se olvida por supuesto del Cristo de la Agonía. "Invito a que acompañen al Señor por las calles aledañas a la capilla de la ciudad. Uno de los aspectos positivos de haberse mudado a Pozos Dulces es la recuperación de algunas calles que estaban totalmente olvidadas para la ciudad" .
Pero a Ana María le gusta cumplir y disfrutar con todas las cofradías del Martes Santo. Esto implica estar a primera en el barrio de Nueva Málaga acompañando a la cofradía de Nueva Esperanza con quien reconoce haber descubierto "lo que es la fe de ese barrio y la importancia que tiene una cofradía en un barrio". Y después, como ella misma dice "inmediatamente" hacia la Victoria.
Uno de los platos fuertes de este años será la cofradía del Rocío desfilando en primer lugar el Martes Santo a primeras horas de la tarde. "Mi familia y yo tenemos una unión muy fuerte con esta hermandad porque Fernando Valero (su marido) y su hermano Antonio (fallecido el pasado verano) fueron los autores de la casa hermandad". "El momento en el que el Nazareno de los Pasos cruza el dintel de la casa hermandad es una emoción muy grande y cómo la gente lo acompaña por su barrio es impresionante, lo que pasa es que Ella deslumbra", relata con gesto de admiración.
En su periplo victoriano no puede faltar la cofradía del Rescate: "Me encanta su colorido aunque sea un argumento muy manido y el trono del Señor es impresionante". "Este año es casi obligatorio ir a verla por ese regalo para el patrimonio de nuestra Semana Santa que es el nuevo palio de la Virgen de Gracia". Y para culminar su compromiso con el barrio cierra la terna la hermandad de la Sentencia. "No sé si está bien decirlo pero es que el Señor es guapo, guapo, guapo. Lo que más e gusta de la cofradía es el cariño con el que tratan a la Virgen del Rosario y lo completa que sale a la calle".
Y entre carreras y paseos por la Victoria, siempre hay un hueco para ir hasta el Perchel. "Ya lo dije en el pregón se me coge un pellizco con ese gesto de dolor contenido", confiesa la pregonera al referirse a la Virgen de la Estrella. "Siempre la veo a la salida, me gustan muchísimo los dos tronos porque son dos auténticas joyas".
Pero el Martes Santo también es para ella, víspera del Miércoles Santo ya que ese día sale a al clle la hermandad de la Paloma. En esta corporación Ana María Flores ocupa el cargo de vocal de formación y camarera del Señor de la Puente del Cedrón, que es "lo que más me gusta". "El miércoles es un día de madrugar mucho para ir a la misa de entrevarales, además siempre hay que llegarse por la casa hermandad a dar un repaso de última para ver cómo está todo para que salga la procesión". "Este año será muy doloroso porque Antonio (por Antonio Valero) falta, pero bueno estará con la Virgen".
El hecho de ser la encargada de pregonar la Semana Santa el pasado año marcó un antes y un después en la forma de afrontar su vida cofrade. "Yo era cofrade pero ahora me siento de todas las cofradías. Me siento muy querida y mimada por todas las hermandades tanto de pasión como de gloria y siempre les estaré muy agradecida".
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