El nuevo PSOE

Tras el oropel para encumbrar al resucitado líder, quedará la hojarasca de la realidad de un partido que entró en barrena

El PSOE culmina hoy el congreso federal que repone en el liderazgo a Pedro Sánchez. Pero me temo que cuando desaparezca el oropel con el que se arropa al protagonista de la resurrección, con la que se cierra la convulsión interna que han significado los últimos diez meses de combustión del partido, surgirá la hojarasca de una formación que perdió el rumbo, como buena parte de la socialdemocracia europea, desde hace un par de lustros.

No creo que con proclamar "Somos la izquierda", ya se haya solucionado el problema que ha precipitado su entrada en barrena. Con un PSOE conectado al centro izquierda y a las clases medias se rompían moldes en las mayorías en el Congreso. Ahora el último exponente de lo contrario fue el propio Sánchez, con los peores registros en unas elecciones generales.

Después de tanto tiempo, y al margen del líder y de la tentación caudillista que se adivina como respuesta a su crisis interna, continuamos sin saber las recetas desde el socialismo para combatir los problemas que presenta la sociedad del siglo XXI. Además, fruto de la confrontación, este nuevo PSOE debe prescindir de sus referentes históricos, achicharrados y abandonados por buena parte de la militancia. Quizá la condición camaleónica de Zapatero le permita sobrevivir para las citas, aunque de todos los posibles, es el menos indicado.

El problema, como siempre, es que todos los esfuerzos se dedican al poder y los contenidos se despachan en un plis plas, como ha sucedido en este cónclave en el que los mil delegados que asistieron conocieron la ponencia marco allí mismo. ¿Qué propone el PSOE para que la sanidad pública sea sostenible, para el futuro energético o para el modelo económico en general? ¿El nuevo modelo de la excelencia en la universidad es la ocurrencia del equipo de Susana Díaz de la gratuidad de matrículas a cambio de un aprobado? Porque unas semanas antes parecía que se decantaba por la fórmula anglosajona, en la que los estudiantes beneficiados por las ayudas públicas durante su carrera, devuelven esa financiación cuando ingresan en el mundo laboral y así facilitan que continúe la rueda. ¿Esa alternativa no era de izquierdas o la izquierda sólo vale para presumir del estigma de la subida de los impuestos y la cultura del todo gratis?

Pero las horas que se han consumido en este congreso federal socialista, más allá de los discursos identitarios, las plurinacionalidades y las proclamas para el marketing, eluden profundizar en esta realidad sociopolítica que ha menguado el espacio del PSOE. La ministra de Empleo anunciaba el jueves una ayuda directa de 430 euros al mes a los ninis que consigan un contrato en formación, no sé si para animarles o para premiarles por no estudiar ni trabajar. Y es que el PP también aspira a ser el nuevo PSOE.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios