Vía Augusta
Alberto Grimaldi
Ruptura de la señorita Pepis
De la Escuela de Vallecas a Miquel Barceló”. Nueva exposición en el Museo Tita Thyssen con más de sesenta pinturas, esculturas, dibujos, grabados, fotografías y textiles que se aproximan a la vanguardia española. Artistas plásticos como Benjamín Palencia, Maruja Mallo, Tàpies, Saura, el inevitable Picasso, Miró, Manolo Millares, Chillida o Juana Francés. “Sensibilidades del siglo XX que rondan alrededor de la tierra (lo telúrico; terrestre o geológico) y un lenguaje primordial de signos y formas esenciales (lo primitivo o primigenio)”, leo en el catálogo.
Es un buen plan para el 12 de octubre. En teoría, Fiesta Nacional de España —cuya denominación oficial es Día de la Fiesta Nacional—, que parece celebrarse desde 1892, antes de los desastres del 98, cuando los gringos nos arrebataron los últimos territorios ultramarinos del extinto imperio español. Hago hincapié en lo de “territorios” porque, hasta la llegada de los Borbones, aquello se dividía en provincias y virreinatos, cuyos habitantes, en teoría, tenían los mismos derechos que cualquier súbdito de la corona. La paradoja es que, en la España de las diecisiete Comunidades Autónomas y dos ciudades autónomas, la efeméride de la llegada de Colón a América no se festeje con el mismo entusiasmo en todas partes. Lo de “Banderita, tú eres roja, banderita, tú eres gualda; llevas sangre, llevas oro en el fondo de tu alma”, pasodoble, a cuyo ritmo rumboso juramos bandera los viejennials que hicimos el servicio militar. El efecto secundario más nocivo de la mili obligatoria ha sido el interminable anecdotario de “abuelete cebolleta” que te cuentan salga o no a colación en una conversación. Otra carambola de aquel trance soldadesco —el del compromiso con la Patria— es que servía para relacionarse con chavales de la misma edad y de otra región y acento. Al pasar por el aro de la disciplina militar, o bajabas los humos o te empaquetaban. Además, esas circunstancias adversas forjaban amistades blindadas de por vida. En 2025, el 12 de octubre es alegría de puente en Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla y León y Extremadura. Cada uno con su bandera o pendón a cuestas. Por televisión despacharán una parada militar de nuestras fuerzas, casi desarmadas. ¿Saldrá la cabra o el borrego de la Legión? Los tambores de guerra se están afinando delante de nuestras euronarices. Telúricos y primitivos, así somos, no sólo en España. Por ello, ante tanto absurdo, es recomendable refugiarse en el arte y resistir disfrutando de una buena exposición.
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