A DOS BANDAS

Jerónimo Pérez Casero · Presidente De La Cámara De Comercio

El valor de los colores y pronunciamientos

02 de diciembre 2012 - 01:00

DICEN que todo, todo, tiene su importancia. Y yo lo creo. Unas veces más y otras menos. En unas ocasiones, en positivo; en otras, en negativo. Pero todo, todo, tiene su importancia. La que le demos y la que realmente es consustancial a ello. Acaba de celebrarse una asamblea más, a nivel nacional, de las Cámaras de Comercio. La gran confluencia ha tenido lugar en Madrid. En esta ocasión, volvía a ser el lugar más apropiado para ello. La asistencia de representaciones de las ochenta y más Cámaras, excelente. Hay inquietud, problemas y esperanza, mucha esperanza. Algunas están al borde de lo imposible para mantenerse, para subsistir día tras día, y todas afrontando un presente muy difícil para la economía en general como, en particular, para cada una de ellas.

El trallazo que se les dio con deshacerlas, de buenas a primeras y sin el menor aviso, con toda alevosía, sin el menor plazo real de transición de su modo de financiación, fue un verdadero bajonazo. Los dos años que ya han transcurrido de ello han puesto de manifiesto que, a pesar de la grave herida, aguantan, enfrentan la dura estocada y hasta toman nuevo brío. Miren hasta qué punto. Con esta convocatoria nacional, conmemorando sus 125 años de historia, han dejado muy claro y bastante alto, que están aquí. Que una historia de esta envergadura y trayectoria no se puede tirar por la borda de la noche a la mañana. Que saben que son, en lo económico y empresarial, muy malos tiempos, pero que, entre todos, hay que resurgir de aquí y que ellas, precisamente ellas, siglo y cuarto en la brecha, con mayor o menor eficacia, con aciertos y equivocaciones, siempre han estado al pie del cañón, tanto en la defensa como en la consecución de nuevas posibilidades para los empresarios y para la economía en toda su dimensión. ¿Se ha logrado ello? ¿Lo están logrando ahora? Puede que unas veces no, pero en muchas, sí. Rotundamente, sí. ¿Han de mejorar? Por supuesto que sí, sin acudir a la excusa, por cierto real, de que todo es siempre mejorable.

Las Cámaras han cumplido. Y lo que es más importante, piensan seguir cumpliendo. Han tomado nota de lo que pueden y tienen que hacer para servir mejor a las empresas y a la economía en general.Aquí está el valor al que me refería de colores y pronunciamientos y de pronunciamientos y colores. Lo que he observado en esta asamblea es que han sabido utilizar su buen pasado para no olvidarse de que ha de llegar al futuro caminando por este presente con los pies en el suelo.

Sólo con cambiar de color una letra en su logotipo Cámaras, pasando una c de color rojo a gualda, recogiéndose así los colores de la bandera española, se ha dejado bien claro cual va a ser nuestra forma de actuar en razón a los fines que se persiguen. Esforzarnos y trabajar, dentro de una unidad y objetivos comunes, a nivel de todas las comunidades y demarcaciones camerales. Buscando el interés general y, con ello, el de toda la economía española. Por lo tanto, el de todos los empresarios y empresas. No se olvide que el resto del logotipo sigue siendo de color rojo.

Y el enorme valor del pronunciamiento viene dado cuando alguien, sabiendo de esa labor de tantos años, observando personalmente el bien hacer de estos dos últimos y, sobre todo, comprendiendo que estas pueden convertirse en parte de la solución, dice, como broche y clausura de la asamblea, en nombre del Gobierno de la Nación: "España no puede permitirse el lujo de prescindir de las Cámaras de Comercio". Ahora, por el bien general, a cumplir todos.

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