el violador de suegras

AÚN sigo conmocionado con la información que apareció la semana pasada en los medios de comunicación. Un señor de 80 años fue detenido por intentar violar a su suegra, de 101 años, en el interior del domicilio que compartían junto a su esposa e hija de la víctima. Según parece, el anciano se abalanzó sobre la pobre señora en su butaca habitual cuando se encontraban solos, forcejeó con ella e intentó agredirla sexualmente. La víctima, que no se esperaba semejante meneo a estas alturas de la vida, le contó lo sucedido a su hija cuando estaba siendo atendida en el hospital, por lo que llamaron de forma inmediata a la policía, que procedió al arresto.

El titular, en sí, provocaba sorpresa por la edad de los afectados. Era llamativa la fogosidad de un señor tan mayor y que la afectada fuera una centenaria que, para más inri, era su suegra. Habrá que ver qué le ha pasado a este señor por la cabeza para cometer semejante barbaridad, con la suerte de que su esposa les pilló al comienzo del intento de violación y parece que no se llegó a consumar. Los vecinos dicen que el señor era encantador y no se explican nada. ¿Habrá sido su suegra su mito erótico durante décadas? Quién lo sabe. Lo que está claro es que la violencia puede aparecer a cualquier edad y que las tardes de televisión y sofá pueden ser muy peligrosas. Demasiada tensión en los programas de chismorreo.

El señor fue detenido y no intentó ocultar lo sucedido. El caso está siendo investigado, pero está claro que ni su mujer ni, sobre todo, su suegra le van a mirar con los mismos ojos a partir de ahora. Ni el resto del barrio, que verá a este individuo a partir de ahora como el violador de suegras centenarias. El calentón, con todos los respetos, le va a salir caro al octogenario.

Dicen los médicos que el arrestado no tiene ningún problema mental, aunque el sentido común dicte lo contrario. En cualquier caso, este caso ha sido noticia porque no es habitual que sucedan este tipo de actos, pero lamentablemente no es nuevo. Recuerdo la detención de varios jóvenes veinteañeros en España que atracaban y luego violaban a ancianas en sus casas.

El mundo está loco y esto es simplemente otra prueba de ello. He leído que han detectado otros tres planetas en los que podrían darse las circunstancias para que hubiera vida. A más de uno habría que mandarlo allí. Al octogenario violador el primero, pero quitándole la ventaja de la tarjeta dorada.