Populismo laboral

EDITORIAL

11 de octubre 2025 - 03:08

La vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz sigue empeñada en utilizar el Ministerio de Trabajo para hacer clientelismo populista a favor de su fracasado proyecto político. Un día sí y otro también, en una especie de huida hacia ninguna parte, anuncia medidas demagógicas que presenta, de una forma falaz e inconsistente, como conquistas de los trabajadores. La última ocurrencia, por ahora, es aumentar a diez días el permiso laboral por fallecimiento de un familiar próximo, como antes fue la enésima ampliación del de paternidad, el intento, fracasado por ahora, de reducir la jornada o la exigencia para las empresas de un estricto control horario. Díaz dirige con contumacia sus medidas contra los criterios más elementales que garantizan la productividad del país con lo que hace un daño considerable a la estabilidad de los propios trabajadores. El denominador común de todas las iniciativas que salen del Ministerio de Trabajo es que no se financian con los inexistentes Presupuestos Generales del Estado, sino con las cuentas de resultados de las empresas. La ignorancia de la que hace gala la vicepresidenta la lleva a castigar a las empresas sin tomar conciencia de que lo que hace es perjudicar a los trabajadores. Entre las cosas que debería aprender, dado el puesto que desempeña, está que la seguridad jurídica y la estabilidad del marco laboral son imprescindibles para crear y mantener empleo. La política que sigue la vicepresidenta desde que llegó a su puesto es de confrontación directa con el mundo de la empresa, al que se empeña en tratar como los enemigos de los trabajadores, un esquema tan caduco como peligroso. No hay que hilar demasiado fino para descubrir que lo que intenta Díaz es hacer populismo barato. Pero no cuela. Sumar se hunde en las encuestas y es hoy un cadáver político, en buena medida por la torpeza, la falta de credibilidad y la imagen simplona que traslada su principal dirigente.

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