Benarrabá, una pequeña localidad de la Serranía de Ronda de unos 500 habitantes, enclavada en pleno corazón del Valle del Genal, quiere ser energéticamente autosuficiente. Eso sí, en ningún momento se plantea desconectarse de la red como se indicó en algunos foros. Uno de los objetivos de este proyecto es también poder verter a la red aquella energía limpia que generen y no consuman.

“En ningún caso estamos planteando desconectarnos de la red, nuestro objetivo es poder conseguir un ahorro en el recibo para los vecinos de entre un 60% y un 70%”, indica el alcalde de la localidad, Silvestre Barroso, que se muestra muy ilusionado con este proyecto, aunque lamenta que este tipo de iniciativas no tengan una tramitación más ágil a la hora de decidir si serán apoyados para recibir fondos económico, especialmente, europeos.

Además, una de las condiciones que se establece para que este tipo de actuaciones pueda recibir estas ayudas procedentes de Europa, en el caso de que el Gobierno central eligiese este proyecto como subvencionable, es la no desconexión de la red para poder aprovechar toda la energía que se produzca. “Además, tenemos que seguir garantizando el suministro en todo momento a los vecinos”, apunta el regidor, ya que la producción se centra durante el día y todavía no se encuentra desarrollado el marco para las denominadas baterías virtuales que facilitarían que las compañías distribuidoras devuelvan durante la noche el exceso de producción que se tenga durante el día con respecto al consumo.

Eso sí, según el estudio del proyecto que han presentado, con las placas solares que se pretenden instalar en diferentes edificios del municipio que conseguiría igualar consumo y generación, aunque la comunidad de usuarios y el mantenimiento de las instalaciones también conllevan un gasto anual.

Las captaciones para el suministro de agua ya utilizan placas solares.

De momento desde el Consistorio ya han realizado sus primeros pinitos en este sector con la instalación de placas solares en el colegio público y en los sistemas de bombeo de agua hasta el municipio que ya son autosuficientes. Incluso cuentan con un cargador de vehículos eléctricos que también se alimenta con la energía que producen las placas solares situadas sobre la cubierta del centro educativo.

“En ningún caso estamos hablando de un gran huerto solar o de llenar los tejados de placas, tan solo se ubicarían en seis edificaciones del pueblo, por lo que no generarían impacto”, explica Barroso.Y es que las placas solares se situarían sobre el futuro aparcamiento público, el Ayuntamiento, el centro tecnológico, dos naves industriales situadas a la entrada de la localidad y las ya existentes en el colegio público del municipio.

Unas instalaciones que requieren una inversión de alrededor de 1 millón de euros, por lo que el Consistorio decidió solicitar una subvención para recibir fondos europeos.

No obstante, en caso de que dicho proyecto no estuviese entre lo seleccionados, desde el Ayuntamiento ya anuncian que incluirán una partida para poner en marcha una primera fase que podría conseguir un ahorro cercano al 40% para los vecinos.

Un proyecto que también lleva implícito un programa de educación para los vecinos a la hora de realizar el consumo en sus hogares, ya que tendrían los electrodomésticos de mayor consumo tendrían que pasar a utilizarse durante la noche al día, porque que es el momento en el que los equipos de placas realizan la producción.

El colegio público también se abastece ya mediante placas solares.

Una apuesta por las energías limpias que está haciendo que numerosas empresas se pongan en contacto con el Consistorio para tratar de completar su apuesta, y es para la noche, cuando las placas no producen energía, se han ofertado sistemas que aprovechan el viento para producir energía durante este espacio y que no tienen aspas, funcionando como una especie de chimenea.

“Este es un proyecto para luchar contra la despoblación”, insiste el regidor, que considera que de este modo se ofrecen a los vecinos y empresas ventajas que puedan hacer atractiva la localidad, al tiempo que los residentes y negocios actuales encuentran incentivos para continuar en el municipio. “¿Se imagina usted lo que puede suponer para un restaurante tener un ahorro del 70% en su recibo?”, reflexiona Barroso, que recuerda que el municipio cuenta en estos momentos con varios bares y restaurantes, además de un hotel y un hostel.

Y es que este municipio cuenta con un importante flujo de visitantes y hasta dispone de un área para el estacionamiento regulado de autocaravanas que está situado a la entrada del municipio. Unas instalaciones que también se beneficiarían de este servicio al contar con suministro de electricidad para los vehículos.

Las placas solo se ubicarían en seis edificios para evitar el impacto visual.

Mientras tanto, en la calle los vecinos se muestran ilusionados con la posibilidad de conseguir un ahorro tan importante en el recibo un recibo de la luz que no deja de crecer.

Eso sí, la puesta en marcha del proyecto no está siendo un camino fácil, ya que están encontrando problemas jurídicos por la falta de una legislación clara sobre el modo de funcionar de estas comunidades energéticas. “Por ejemplo, cada equipo de placas no puede suministrar energía a zonas situadas a más de 500 metros, aunque con la distribución en varias zonas del municipio hemos podido salvar este obst