Hace dos años que Juan Manuel González se embarcó en un negocio familiar con una idea clara: producir su propia cerveza artesana. Así nació La Caravana, un bar en pleno corazón de Arroyo de la Miel que se acabaría convirtiendo en un punto de encuentro para los amantes de esta espumosa bebida. Comenzaron con apenas cuatro o cinco estilos diferentes de cerveza y a día de hoy cuentan con más de un centenar de referencias distintas, entre las que se encuentra el Carramolo, una cerveza de elaboración propia que lleva el nombre de la cima de esta montaña benalmadense, también conocida como Calamorro.

Se trata de la primera cerveza de la marca Benalhop, empresa local que inicia su andadura con este producto cien por cien artesano y que en los próximos meses tiene previsto lanzar dos nuevas variedades más. “La primera cerveza que hemos lanzado al mercado es una lager que tiene esos toques frescos, que no lleva maíz sino cebada, menos filtrada, más limpia y rica de sabor”, explica. En total se han producido 1.200 litros en esta primera tanda, 160 cajas de las que ya se han distribuido un tercio en solo dos semanas desde su presentación. “Hemos creado una marca propia para Benalmádena, como lo puede ser Gaitanejo en Ardales, y la idea es vender solo aquí. Aunque la gente se está quedando más con el nombre de la cerveza”, comenta.

A Carramolo, que ya se puede consumir en más de una treintena de establecimientos del municipio, le seguirán otras dos cervezas con una clara impronta local: La Niña, en referencia a la escultura de Jaime Pimentel en la plaza de España de Benalmádena Pueblo, símbolo e icono de la localidad; y El Cao, un antiguo manantial de Arroyo de la Miel. La fecha de lanzamiento de ambas variedades, una APA y una IPA dirigidas a un público más cervecero, está prevista para el mes de marzo. En total se elaborarán unos 500 litros.

González tiene claro que las cervezas artesanas no son una moda pasajera sino que cada vez están más extendidas entre el público. “Las grandes marcas de cerveza saben que no es una moda porque todas ya están dentro del mundo artesanal, saben que se mueve mucho y que la gente las demanda cada vez más. No solo el cliente de aquí sino también el extranjero, que nos lleva mucha ventaja en este sentido”, apunta. Además, también cuentan con La Caravana, una cerveza artesanal propia que solo puede consumirse en su local. “La Caravana surge como un proyecto para que el bar tuviera su propia cerveza artesana, algo que la distinguiera del resto. Tuvo muy buena acogida y a partir de ahí decidimos lanzarnos a crear la marca”, indica. De cara al futuro, no descarta elaborar una cerveza con referencias a Benalmádena Costa, incluso que otras cervezas artesanas de la zona puedan trabajar bajo esta marca y, por qué no, contar con una fábrica propia para la elaboración y producción de esta bebida en la localidad.