El incendio de Estepona ha quedado controlado después de haber quemado unas 330 hectáreas de pino, alcornoque, encina y matorral en el paraje Peñas Blancas. A las 21:30 de este miércoles, los responsables del Plan Infoca daban la buena nueva, unas 52 horas después de originarse el fuego, y después de que el trabajo realizado durante la pasada madrugada permitiese frenar el avance de las llamas, estabilizadas a primera hora de la mañana. 

Con el objetivo de minimizar definitivamente el riesgo y evitar que que alguno de los dos focos, con un perímetro total de unos 12 kilómetros, pudiese quedar reactivado, a lo largo de la jornada han continuado con la labor un centenar de bomberos forestales, ocho técnicos de operaciones, cuatro agentes de medio ambiente y dos técnicos en extinción, a los que se sumaron, entre otros, cuatro medios aéreos. Con todo, del orden de 150 personas.

El contingente desplegado en la zona afectada llegó a concentrar a más de 200 bomberos forestales y más de una veintena de medios aéreos. Los números dan muestra de la dimensión del siniestro, particularmente agravado por las malas condiciones meteorológicas de la primera jornada, con vientos de terral y una orografía que dificultaba la actuación en tierra.

La causa, aparentemente, la imprudencia de un ciudadano francés que pretendía quemar usando gasolina una colmena de abejas en la finca que tenía alquilada. Tras ser detenido por la Policía autonómica el pasado lunes y pasar ayer mismo a disposición judicial, el titular del juzgado de Instrucción número 2 de Estepona acordó su puesta en libertad provisional.

Según fuentes judiciales, la Fiscalía no solicitó su ingreso en prisión al tratarse de un incendio provocado por imprudencia. Tampoco se acordaron medidas cautelares por ser un ciudadano residente en Estepona desde hace tiempo, sin antecedentes penales y a su voluntad de aclarar lo sucedido.