Camiones cisterna, vecinos cargados de garrafas, imposibilidad de consumir el agua que llegaba a sus casas y hasta picores después de ducharse. Son solo algunos ejemplos de las condiciones en las que los vecinos de Fuente de Piedra han tenido que vivir durante los últimos cinco años debido a que el agua que llegaba hasta sus hogares estaba declarada como no apta para consumo humano a causa de los altos niveles de contaminación que presentaba.

Ahora, tras comenzar su funcionamiento la nueva planta potabilizadora, llegó el final de esta “pesadilla”. Así la definían los propios vecinos al acudir al acto de inauguración de unas instalaciones que hacen posible que el agua que captan del nuevo pozo pueda consumirse. Eso sí, durante el proceso, el sistema implantado tiene que eliminar el alto índice de nitratos con el que llega el agua a los depósitos de cabecera. Un tratamiento en el que el agua tiene que ser convertida en destilada para posteriormente poder corregirla y situarla en unos niveles aptos para el consumo humano. Todo ello gracias a un complejo sistema de potabilización que cuenta con sus equipos duplicados para que una avería no deje a la localidad sin agua potable.

“Ha sido muy difícil”, aseguraba Diego Sánchez, que reconocía que aunque el sistema de abastecimiento con cubas era “engorroso”, nunca les faltó agua. “El incordio era ir a la cuba”, afirmaba Diego. Y es que muchos de los vecinos del municipio son mayores y el transporte del agua hasta las viviendas era complicado. En cuanto a la que ahora llega a las viviendas, afirmó que “el agua nueva es divina”.

En términos similares se pronunciaba María del Carmen Hidalgo, señalando que “por fin un poco de respiro”. Ella era más prudente con respecto al nuevo suministro y reconocía incluso un “poquito de miedo” tras tantos años sin poder usar el agua del grifo. No obstante, aseguraba que “ya se escucha decir que está buena”.

Otra de las vecinas de Fuente de Piedra es Concha Díaz, que también reconocía que “lo hemos pasado muy mal”. No obstante, se mostraba dispuesta a pasar página de estos años que le tocó vivir, ya que “todo quedará como una pesadilla”.

En su caso también aseguraba que lo peor que había llevado de la situación era tener que salir con las garrafas a buscar la cuba de abastecimiento y posteriormente tener que cargar con ellas hasta casa.Hay vecinos que aseguran que incluso se notaba en la piel tras ducharse la poca calidad del agua que llegaba a sus viviendas porque sentían hasta picores en la piel después de usarla.

Pero la pesadilla era todavía mayor en los negocios de hostelería, ya que han tenido que recurrir a cocinar con el agua que llegaba en camiones cisterna o hacer el café con agua mineral, para lo que tenían que estar conectando botellas de gran tamaño a las máquinas, con el consiguiente trabajo extra que suponía tener que estar cambiándolas cada vez que se acababan.

Ahora cuanto un cliente pide, vuelven a poder abrir el grifo que suele situarse junto al dispensador de cerveza y que se había convertido en un elemento más decorativo que de trabajo. En el municipio nadie lanza las campanas al vuelo y se suceden los llamamientos a realizar un consumo prudente y responsable, ya que la nueva planta potabilizadora tiene capacidad para abastecer a la población existente, pero sus responsables temen que si se comienzan a regar huertos sin control o a llenar piscinas cuando se acerque el verano pueden producirse problemas para cubrir la demanda de agua potable.

En este sentido, el propio alcalde de la localidad, Siro Pachón, aprovecha todas las ocasiones en las que se habla sobre este asunto para insistir en que hay que hacer un uso “responsable” del consumo de agua potable.

Los responsables públicos de las administraciones que han intervenido en dar esta solución provisional (Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Diputación de Málaga), coinciden que la definitiva para los problemas de abastecimiento de estos municipios no llegará hasta que se haga realidad el reclamado trasvase desde el pantano de Iznájar. Una medida que sigue a la espera de que sea autorizada por el Gobierno central.

Además, una vez realizado no se solucionarían solo los problemas de Fuente de Piedra. También el resto de localidades de la comarca de Antequera que en verano suelen tener problemas con el suministro verían normalizada la situación.