El Ayuntamiento de Humilladero tiene previsto realizar este martes un nuevo control sobre la calidad del agua que llega desde sus captaciones hasta la red de abastecimiento humano, aunque los responsables municipales no tienen muchas esperanzas de que los niveles experimentasen la mejoría necesaria para que se pueda levantar la restricción de consumo que existe en la actualidad.

En este sentido, el alcalde del municipio, Miguel Asencio, cree que se tendrá que seguir recurriendo al abastecimiento mediante camiones cisterna de reparto de agua potable hasta que la planta de tratamiento que se está construyendo en estos momentos se encuentre finalizada. “No creo que el problema se pueda corregir en tan pocos días”, señaló Asencio.

De este modo todo hace indicar que los vecinos tendrán que esperar hasta finales de enero o principios de febrero para poder tener un servicio normalizado, ya que esas son las fechas que se están barajando para finalizar los trabajos de la planta potabilizadora que supondrá una inversión de unos 500.000 euros.

Precisamente, desde hace más de una semana, cuando se detectó el problema, los camiones acuden a diferentes puntos del municipio varias veces el semana para que los vecinos puedan acumular agua potable en sus viviendas sin necesidad de tener que recurrir al agua embotellada, ya que el suministro que llega a sus grifos es apto para labores de limpieza y aseo personal pero no para su ingesta o elaboración de comidas.

Mientras tanto los vecinos viven pendientes de los anuncios que se realizan mediante las redes oficiales del Ayuntamiento para la llegada de los camiones cisterna para la recogida de agua, reviviendo una situación que durante años también se produjo en la vecina localidad de Fuente de Piedra. Precisamente, allí la solución y normalización del servicio llegó una vez que entró en servicio la planta potabilizadora de agua que construyó la Diputación de Málaga y que está permitiendo poder mantener la normalidad desde entonces, no sin algún susto en la época estival ante la bajada de los acuíferos y el aumento del consumo.

Mientras tanto sigue en el aire la que se considera la solución a los problemas de abastecimiento de estos municipios de la comarca antequerana y que no es otro que el trasvase desde el pantano de Iznájar.