En un rincón pintoresco de Macharaviaya, en octubre de 2023, Lourdes Copovi y su esposo Álvaro Raúl Palomero dieron vida a un sueño largamente acariciado: el bar Pensacola. Este proyecto nació de la necesidad de Copovi tras quedarse sin empleo, pero también de la pasión compartida por la gastronomía y la historia que anidan en los rincones de esta encantadora localidad malagueña.

El nombre Pensacola evoca la batalla que Bernardo de Gálvez, general español originario de Macharaviaya, conquistó en tierras americanas. Este vínculo histórico se extiende hasta nuestros días, ya que Pensacola, la ciudad estadounidense, está hermanada con Macharaviaya. Esta conexión histórica se convirtió en el eje central que inspiró el nombre del bar y su esencia.

El corazón del Pensacola late al ritmo de los sabores de la Axarquía, comarca que abraza el entorno del bar. Con un énfasis en productos locales y saludables, el bar se enorgullece de ofrecer una gama diversa de ingredientes característicos de la tierra, como aguacates, mangos, tomates, aceite de oliva, pepinos, mandarinas y lechugas. Lourdes se sumerge en recetas ancestrales, rescatando la tradición culinaria de las abuelas, para ofrecer una experiencia gastronómica genuina y casera.

Ensalada de frutas elaborada con productos locales

El éxito del Pensacola ha superado las expectativas. Aunque la clientela se concentra principalmente los fines de semana, el equipo está comprometido en atraer más visitantes durante los días laborables. Además, ofrecen menús personalizados para eventos especiales, atendiendo a una amplia gama de grupos, desde empresas hasta institutos locales y visitantes extranjeros.

Para Lourdes y Álvaro, trabajar en Macharaviaya no solo significa regentar un negocio, sino también sumergirse en un ambiente de paz y tranquilidad. Las calles impregnadas de historia y la vista encantadora les han otorgado una sensación de arraigo en el siglo XVIII, conectándolos con el legado cultural de esta tierra.

El espíritu de Bernardo de Gálvez, figura clave en la independencia de Estados Unidos, es un faro que guía el camino del Pensacola. La familia Gálvez dejó una huella indeleble en Macharaviaya, desde la fundación del primer colegio mixto en España en el siglo XVIII hasta la introducción de la fábrica de naipes en la villa histórica.

Por ello, el restaurante rinde tributo a esta figura histórica, considerada vital pero a menudo desconocida para el resto de España. El amor por la historia y la riqueza cultural de Macharaviaya impulsan este homenaje, recordando que en 2014, Barack Obama le concedió a Bernardo de Gálvez el título de ciudadano honorario de los Estados Unidos.