Plante de cuatro alcaldes por el Parque Sierra de Grazalema

Los alcaldes de la parte malagueña del Parque Natural Sierra de Grazalema han decidido plantarse ante lo que consideran una "discriminación histórica" en la gestión de los recursos que llegan para este espacio natural. La gota que colmó la paciencia de los regidores de Montejaque, Benaoján, Cortes de Frontera y Jimera de Líbar fue la distribución de los fondos del Plan de Choque (8 millones de euros) presentado recientemente por la consejería de Agricultura Pesca y Medio Ambiente, que fue discutido en la última junta rectora, y que contempla actuaciones únicamente en la parte del parque perteneciente a la provincia de Cádiz, hasta el punto de que se incluyen municipios como Prado de Rey, que ni siquiera pertenecen a esta reserva. Mientras tanto, aunque en el plan se incluyen las hectáreas pertenecientes a la provincia de Málaga, que representan casi una quinta parte del total, no se contempla ni una sola actuación.

En dicha reunión se mostró por parte de los representantes de la zona malagueña el malestar ante este plan, hasta el punto de que varios de ellos, entre los que se encontraba el alcalde de Benaoján, Francisco Gómez, se levantaron para abandonar la reunión al conocer las inversiones previstas y los lugares para realizarlas.

Ante este hecho, los alcaldes han solicitado una reunión con el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga, José Luis Espejo y responsables de la Consejería de Adminitración local, en la que pretenden exponer su rechazo a la distribución de los recursos del mencionado plan, además de plantear la creación de una parque natural de la parte malagueña o la salida de sus municipios del Parque Natural Sierra de Grazalema. "Tenemos todas las privaciones que supone un parque natural, pero no tenemos ninguno de los beneficios que se supone que conlleva", afirmó la alcaldesa de Jimera de Líbar, Mayte Domínguez.

La sensación de abandono y discriminación no es nueva, hasta el punto de que dos de los municipios afectados, Montejaque y Jimera de Líbar, llegaron a aprobar en sus plenos el respaldo a la posible salida del Parque Natural Sierra de Grazalema. Además, los propios vecinos han expresado en diversas ocasiones un sentir casi generalizado, al considerar que esta figura de protección les reporta inconvenientes y limitaciones, mientras no cree que no se benefician prácticamente de ninguna de las ventajas que puede suponer, en especial, a la hora de reparto de fondos.