Los propietarios del edificio Solaris, en Mijas, han decidido tapiar la entrada del bloque para evitar la llegada de nuevos okupas después de que el inmueble quedara vacío tras un incendio en el cuarto de contadores el pasado viernes. Fue en el año 2011 cuando la comunidad presenció que un grupo de individuos invadía algunos de los 32 pisos vacíos del inmueble.

En consecuencia, y desde entonces, los propietarios y miembros de la comunidad de vecinos de este edificio dicen padecer multitud de problemas, entre ellos el robo de material. "Al principio solo entraba gente de fuera a bañarse en la piscina hasta que poco a poco la cosa fue empeorando. A día de hoy se lo han llevado todo, las tuberías, las ventanas de aluminio, las puertas de las casas, los grifos, los extintores, el motor del ascensor, todo lo que se pudiera vender", explicó Francisco Javier Muñoz, presidente de la comunidad. "Incluso nos robaron los trasteros y se llevaron todo lo que los vecinos teníamos dentro", agregó. Al mismo tiempo, también la estructura del propio edificio presenta serias deficiencias, con hasta tres plantas de garaje completamente inundadas desde hace seis meses.

Muñoz ha llegado a denunciar recibos de agua de 4.000 euros y facturas de luz de hasta 15.000 euros. "A pesar de los continuos avisos a Endesa y a Acosol el agua se cortó hace apenas unas semanas mientras que el de luz no, hasta que la semana pasada hubo un incendio", comentó. "A día de hoy ya nadie vive allí, el edificio es solo un punto de venta de droga. Es raro la semana que no hay una redada", señaló.

Asimismo, la comunidad de vecinos ha tasado el edificio en más de un millón de euros, cantidad que exigirá a Unicaja, banco propietario de las 32 viviendas restantes, contra el que interpondrán una demanda judicial.

"No hemos podido vivir nunca allí", manifestó, por su parte, María del Mar, propietaria de otra de las viviendas, que invirtió 120.000 euros en la compra de un piso con el fin de poder utilizarla en vacaciones. "Al principio la estuvimos alquilando un tiempo hasta que la cosa empezó a ponerse más fea", señaló. "Hemos intentado salvar aquello como buenamente hemos podido, cada vez que se rompía una puerta o el ascensor lo hemos repuesto, incluso arreglamos la piscina, con el coste que eso conlleva, hasta que tuvimos que dejar de hacerlo. Queremos que se nos indemnice o dejar de pagar la hipoteca", agregó.

El pasado viernes, Muñoz interpuso una nueva denuncia ante la Guardia Civil, esta vez "porque entraron a robar en mi casa. Hasta el momento habían respetado las nueve viviendas de los propietarios, pero a raíz del incendio aquello es un caos", declaró Francisco, quien afirmó que "raramente hemos entrado en el edificio si no es acompañados de la policía".