Vecinos de Marina Banús reclaman más seguridad y presencia policial en la zona
Comerciantes denuncian que ha crecido el nivel de delincuencia en los últimos años
Los vecinos de Marina Banús reclaman una mayor seguridad y presencia policial en la zona por continuos robos y sucesos que, desde hace más de un año, trae de cabeza a los residentes de la urbanización. La escasez de iluminación en algunos puntos convierte los alrededores del centro comercial en una apetitosa zona de botellón los fines de semana, un problema que, según los comerciantes, se ha visto agravado este verano. "Ya no es solo la imagen de llegar un lunes y encontrarlo todo lleno de botellas y basura, sino también mesas y sillas tiradas por el suelo, o incluso nos han llegado a arrancar las jardineras", comenta Jose, encargado de uno de los locales de la zona. "Lo que he vivido a nivel de delincuencia este verano no lo he vivido nunca", añade otra de las dependientes de uno de los establecimientos. El ahora local vacío de Phone House es un ejemplo de uno de los comercios que han tenido que abandonar la zona después de varios episodios de robo por alunizaje.
El presidente de la comunidad de vecinos de los bloques III y IV, Ignacio, insiste en que la presencia policial en la zona es nula y reclama al centro comercial Marina Banús, responsable del mantenimiento y limpieza de la zona, que restaure la iluminación en aquellos puntos negros. "Entre semana intento cerrar pronto, ya que los días que me retraso un poco me da miedo salir por este lado porque está oscuro", comentó Silvia, quien regenta un local junto al centro comercial. "Solemos dejar las luces de los escaparates encendidas para que dé algo más de claridad", agregó.
Al mismo tiempo, exigen que cesen los ruidos como consecuencia de la carga y descarga del grupo Inditex a medianoche y de madrugada que llevan a cabo, al menos, tres veces en semana. "Hay vecinos que se han tenido que marchar porque no aguantaban el ruido", comentó Ignacio, señalando el almacén de la cadena, que se sitúa bajo los balcones del edificio. No obstante, pese a que aseguran el grupo ha reducido esta tarea hasta las una de la madrugada (anteriormente se extendía hasta las cinco), insisten en que "no son horas".
Los problemas comenzaron en junio del año pasado, cuando algunos de los locales realizaron obras de reforma tras su horario de cierre. "Esto ha provocado que vecinos de un cierto nivel adquisitivo que antes vivían aquí se estén yendo", comentan. Del mismo modo, aseguran que el precio de las viviendas se ha devaluado. "Hay un abandono existente y no entendemos cómo puede estar pasando esto en Puerto Banús", concluyeron.
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