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Vecinos de Maro: "Un día abrí el grifo y el agua sabía a lejía"

Imagen de las garrafas de agua que se reparten a los vecinos de Maro

Imagen de las garrafas de agua que se reparten a los vecinos de Maro / Gema Rubio Galo (Maro)

El Servicio Municipal de Agua de Nerja emitió la semana pasada una alerta por la presencia de "radiactividad natural" en el suministro de agua en Maro, una medida que está afectando a más 700 vecinos al interrumpirse el servicio. Ante esta situación, Aguas de Narixa (Aqualia) ha asumido la responsabilidad de proporcionar cinco litros de agua por persona diariamente para satisfacer las necesidades básicas de la comunidad, distribuyendo alrededor de 2.000 litros diarios.

Como medida adicional, se está llevando a cabo la habilitación de una toma desde el abastecimiento de Nerja para instalar grifos en la esquina de la calle Maravillas con la calle San Miguel. "Esta medida permitirá a los ciudadanos recoger agua fuera del horario de distribución de las garrafas, proporcionando un recurso adicional para asegurar el abastecimiento en momentos clave del día", según han asegurado desde la compañía.

Asimismo, la empresa de agua ha indicado que aumentarán el número de análisis de los parámetros de radiactividad para hacerle un seguimiento continuo, de manera que se pueda levantar la restricción de consumo en cuanto la situación cambie.

El equipo de Aguas de Narixa ha establecido un sistema de registro para gestionar la distribución, garantizando una garrafa de cinco litros por persona en cada hogar. Según su protocolo, "para aquellos con alguna incapacidad o mayores de 65 años, llevamos las garrafas directamente a sus domicilios, mientras que los demás acuden al Centro Municipal de Usos Múltiples para recoger su asignación". Con un límite de cuatro garrafas por vivienda, se están distribuyendo alrededor de 2.000 litros diarios. Tanto Protección Civil como el equipo de Aguas de Narixa han organizado turnos matutinos y vespertinos para garantizar la llegada de este recurso vital a todos los residentes.

Además, la compañía ha asegurado que aquellos que requieran el servicio a domicilio y aún no lo estén recibiendo pueden contactar directamente con el Ayuntamiento o con Aguas de Narixa para comenzar a recibirlo.

Los vecinos, por su parte, destacan los problemas a los que tienen que hacer frente como "comprar agua extra" incluso para ducharse. Según testimonios de vecinos con experiencia en actividades agrícolas de larga duración en la zona, la causa principal se centra en la acumulación de minerales en el agua. "Este fenómeno ha aumentado debido a la reducción del nivel del manantial, resultando en un exceso de radiactividad natural que ha afectado la calidad del suministro de agua".

Este testimonio se ve respaldado por declaraciones de expertos de la empresa que confirman que el agua subterránea, tal como la proveniente del manantial de Maro, entra en contacto con varios minerales naturales que contienen radionucleidos, es decir, elementos que emiten radiación. Entre estos minerales se encuentran el plomo, el radio, el polonio, el radón, y otros más, presentes en la corteza terrestre y dispersos a través de rocas y suelos por los que el agua se filtra y circula.

Nicolás Triviño, residente de Maro, ha notado la presencia excesiva de cal en el agua antes de esta emergencia, optando por comprar agua embotellada para cocinar y beber. Aunque valora la asistencia actual, ha señalado que su hogar se encuentra justo con el suministro actual de cinco litros, teniendo que comprar más botellas de agua para abastecerse.

Luna Stoica  ha expresado su preocupación por la dificultad que enfrenta al tener que acudir diariamente al cConsultorio para obtener agua, siendo una persona que utiliza bastante este recurso. "Tener que ir todos los días para obtener este recurso tan necesario me parece un atraso", ha comentado Stoica.

Por otro lado, Juan López, otro vecino de Maro, ha compartido su experiencia mencionando que históricamente el agua tenía una calidad adecuada. Sin embargo, desde el último verano, ha notado un cambio significativo en la apariencia del agua cuando la abría el grifo, observando una tonalidad más amarillenta y una apariencia turbia. Además, ha mencionado: "Un día abrí el grifo y el agua me sabía un poco como a lejía". Esta transformación en la calidad del agua lo llevó a reducir drásticamente su consumo de este recurso debido a estos cambios perceptibles tanto en su aspecto como en su sabor.

No obstante, Laura Rubio, también residente en la zona, ha resaltado la rapidez con la que se ha abordado esta problemática, agradeciendo la rápida distribución de las garrafas gratuitas por parte de Aguas de Narixa. Rubio, en tono jocoso, ha comentado: "Nos viene hasta mejor porque gastamos menos agua porque hay sequía, y encima estamos ahorrando en la factura, ya que el agua que nos proporcionan es gratis".

Una vecina de Maro cogiendo dos garrafas de agua Una vecina de Maro cogiendo dos garrafas de agua

Una vecina de Maro cogiendo dos garrafas de agua / Gema Rubio Galo (Maro)

Francisca Martín, quien lleva décadas viviendo en el pueblo, ha reflexionado sobre cómo esta situación está sensibilizando a las generaciones más jóvenes sobre la importancia del agua, comparándola con las prácticas antiguas de recolección de agua de los pozos. Martín ha declarado que en su época tenían que levantarse e ir al pozo a por agua. Sin embargo, "ahora son los jóvenes quien nos la traen", ha añadido la residente de Maro.

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