El acceso a la Cueva del Gato se convierte en un vertedero

La época de lluvias se avecina en la Serranía de Ronda y la cueva del Gato se puede quedar aislada. Además, la basura se acumula en sus alrededores sin que nadie la recoja, dejando una imagen lamentable entre los muchos visitantes que se acercan a este paraje ubicado a pocos kilómetros de la ciudad del Tajo, pero situado dentro del término municipal de la vecina localidad de Benaoján. Allí, nada más dejar el coche junto al río Guadiaro, lo primero que hay es un montón de basura situado en el inicio del sendero, junto a lo que parece que fue una antigua papelera de la que únicamente queda el poste de sujeción. Es un mal preludio. A pocos metros, el puente que debe permitir el paso sobre el río permanece hundido y pasar al otro lado resulta algo peligro e imposible para personas de cierta edad o de movilidad reducida, algo que hasta la caída del pontón no presentaba demasiados problemas y la mayoría de los visitantes podían llegar sin ningún tipo de problema.

Ahora, cruzar el puente se puede convertir en toda un aventura, con un riesgo elevado de caídas y de poder terminar en el agua, una experiencia nada agradable cuando bajan las temperaturas. Algunos de los vecinos que habitualmente acuden a este paraje lamentan la situación por la que atraviesa el paraje, cuyo lago de aguas cristalinas es muy frecuentado en verano por los bañistas, que han tenido que hacer auténticos malabarismos para llegar hasta el lugar. Por ello, han reclamado una actuación urgente de las autoridades competentes para solucionar los problemas existentes y la reparación de los accesos. De igual modo, reclaman al Ayuntamiento benaojano un mínimo de servicio de retirada de basuras, que no hagan que las barbacoas de piedra terminen convertidas en contenedores improvisados. Además, con el problema añadido de que la cantidad es ya tan importante que el aire ha comenzado a esparcirlas por los alrededores del lago.

Además, también temen que el paraje quede aislado y el acceso al mismo sea imposible en el momento que lleguen las lluvias y crezca el nivel del agua, que en estos momentos se encuentra bajo mínimos y permite todavía poder pasar sobre los restos del que fue el puente de acceso. Ahora, los hierros doblados, las maderas partidas y los restos de matorral y troncos configuran un panorama que hacer pensar que todo quedará bajo el agua y será imposible cruzar al otro lado del río, por lo que los senderistas tendrán que conformarse con ver la cueva desde los miradores del otro lado de la ladera.

A este respecto, el alcalde de Benaoján, Francisco Gómez, reconoce la situación "lamentable" que presenta el paraje, aunque ha explicado que "lo hemos hecho conscientemente para que Medio Ambiente se dé cuenta de tiene responsabilidad". En este sentido, lamentó que desde esta Consejería únicamente se pongan "pegas", mientras no se colabora en absoluto en el mantenimiento de la cueva y del río. "Como vengan otra vez una riada vamos a tener problemas serios", dice Gómez, que acusa a los responsable de no haber limpiado el río.

En cuanto al puente, asegura que han pedido su reparación, aunque han recibido como respuesta que "no hay dinero", aunque también asegura que le dijeron que "estamos mirando cómo hacerlo".