Un águila ataca a una senderista en Benalmádena para llevarse a su perra

Suzanne Dodd es una vecina de Benalmádena costa aficionada a la naturaleza y al senderismo. El sábado se dirigió al monte Calamorro para hacer una ruta a pie junto a sus dos perras de la raza Jack Russell Terrier. Sin embargo, lo que parecía una jornada normal de senderismo se saldó con una herida en la mano de la mujer y otra en el morro de uno de sus perritos, ya que fue atacada por un águila que intentó llevarse a uno de sus canes.

El ataque ocurrió hacia las 15.00, cuando Suzanne paseaba junto a sus dos perritas, que iban sueltas. Vio una sombra y escuchó el tintineo de una campanilla. "De pronto veo que llega un pájaro enorme y desaparece la perra. El ave se dirigió hacia la cantera que hay cerca, arrastrando a la perra por el collar", explicaba Suzanne ayer en su casa. En ese momento, y casi sin tiempo para pensar a lo que se enfrentaba, la mujer se acercó al pájaro y lo agarró por el ala para que soltase a su mascota. Fue ahí cuando Suzanne recibió un picotazo en el dorso de la mano que requirió, posteriormente, una dosis de la vacuna del tétanos. "Yo creo que la perra se quedó en shock, porque al principio chillaba pero luego se quedó callada. Empujé al águila con el pie para que la soltase y lo hizo. Yo estaba aterrorizada", recuerda la mujer.

Justo después Suzanne ató a los dos perros y comenzó a bajar por el sendero. Sin embargo, el águila, según relata, no se quedó contenta con su ataque inicial, ya que la siguió parte del camino de cerca, por lo que piensa que aún quería alcanzar a los animales. "Tuve que bajar todo el camino sola, pero el águila me bombardeó como unas diez o quince veces. Yo ya no sabía de dónde llegaba", afirma. Durante su carrera Suzanne llamó a su pareja y éste vino a recogerla para llevarla a casa, aunque después se trasladó al hospital Xanit para recibir asistencia médica. Al día siguiente denunció el incidente a la Policía Nacional, aunque se hará cargo la Guardia Civil. Pese a esta experiencia tan desagradable, Suzanne asegura que no tiene miedo a estos animales y que seguirá paseando por la sierra.