Asaltan a un anciano en Torremolinos con un ‘mataleón’ y agreden a los policías que los detienen

Dos hombres han asaltado en Torremolinos a un anciano al que han practicado un mataleón, una peligrosa técnica que consiste en rodear con un brazo el cuello del afectado y presionar hasta vencer su resistencia, lo que suele provocar la pérdida de conocimiento. Los ladrones, tras abordar a su víctima, de 64 años, huyeron, presuntamente, cuando fueron increpados por un conductor de un vehículo que presenció el robo. Los supuestos autores acabaron detenidos tras una complicada actuación policial en la que dos agentes resultaron heridos, aunque de carácter leve.

El anciano, de origen georgiano pero afincado en Torremolinos, tuvo que ser asistido en un centro sanitario. En el asalto, según su testimonio, le habían arrebatado una cadena, un reloj y un teléfono móvil, que pudo recuperar después de que los dos individuos, de rasgos árabes, lo tiraran cuando se dieron a la fuga, según informaron fuentes policiales a 'Málaga Hoy'.

La secuencia de los hechos da comienzo este domingo. Un agente franco de servicio es alertado por un vecino, “muy alterado”, que asegura que dos hombres “han robado” a otro y uno de ellos se ha escondido en su jardín. El policía avisa a la Jefatura de la Policía Local de Torremolinos mientras se dirige a la casa de la persona que le había pedido ayuda. Durante el trayecto, se percata de que un individuo salía de esa misma casa y que, a renglón seguido, se esconde en un descampado. Llegan entonces los refuerzos y, al alimón, acceden y localizan entre la maleza a un joven que, una vez sorprendido, comienza a vociferar que es menor. El sospechoso intenta, presuntamente, huir y le retuerce la mano derecha a uno de los policías con los que forcejea. Intenta zafarse, hasta que logran reducirlo, según el relato policial, al que ha tenido acceso este periódico. Le leyeron sus derecho y fue identificado como el presunto autor del robo mediante una maniobra que, si se prolonga en exceso, puede ocasionar daños cerebrales e incluso la muerte.

Los efectivos realizaron una batida para encontrar al otro implicado, presuntamente, en el asalto. Una mujer, en un momento dado, sale de su vivienda para advertir de que un hombre se ha colado en su jardín. Uno de los agentes, esta vez en colaboración con un policía nacional, se sube al muro que da al patio y localiza oculto al intruso, cuya descripción coincide con la que había aportado la víctima del robo. También, como su compinche, opuso resistencia para su arresto.

Dos de los policías que habían participado en la intervención se desplazaron a un centro sanitario por las lesiones, leves, que habían sufrido durante el forcejeo con el primer detenido. También el anciano fue asistido, sin que su estado revestiera gravedad.