El Borge y Totalán siguen sin agua potable tras tres semanas
Iznate, el primer municipio en “volver a la normalidad”, ha tenido que invertir entre 15.000 y 17.000 euros
Totalán declara no potable su agua tras detectar niveles altos de clorato
En estas últimas tres semanas, en la zona de la Axarquía, municipios como Iznate, El Borge o Totalán, que apenas suman 3.000 habitantes, han detectado niveles elevados de clorato en el agua, límite fijado por la nueva normativa estatal, que establece un máximo de 0,7 miligramos por litro. No se trata de una contaminación de los acuíferos, ya que estos se abastecen del pantano de La Viñuela, sino de un problema en la desinfección del agua, ya que en algunas ocasiones esta se hace con cloro.
Se declararon diferentes informes poniendo en valor que estos niveles seguían altos en clorato, lo que obligó a los diferentes ayuntamientos a tomar medidas para garantizar la seguridad en la salud de todos los habitantes. Estos repartieron agua embotellada para su consumo, especialmente para beber y cocinar, aunque el agua con alto clorato sí se podía utilizar para otros usos domésticos.
Iznate, el primero en dar el aviso
La situación ha generado controversia entre la población de todos estos municipios. El primer municipio en activar este protocolo fue Iznate, a mediados de noviembre, aunque este municipio, tras recibir informes favorables por parte de los técnicos, ha vuelto a la normalidad. En El Borge y en Totalán todavía esperan poder recuperar el agua potable. Eso sí, los técnicos siguen haciendo pruebas para que estos parámetros sean los correctos.
Los tres municipios siguen un mismo patrón, la entrada en vigor del Real Decreto 3/2023, que actualizaba los criterios sanitarios del agua de consumo en España, algo que también hizo el Real Decreto 140/2003. Esta primera actualización lo fijaba en 0,7 miligramos por litro. Según apunta José Manuel Sánchez Pulido, experto en agua de la Axarquía, esto se ha podido producir por una mala desinfección del agua o un pico puntual del clorato, ya que este asegura que el clorato, aun con niveles muy bajos, se encuentra en el agua.
"Esto no implica problemas para la salud a corto plazo"
"Esto no impide que los vecinos puedan realizar tareas domésticas o de higiene, ya que en esos casos no se produce ningún inconveniente. Sin embargo, a la hora de beberla, y aunque no suponga problemas para la salud a corto plazo, su consumo podría resultar perjudicial para la salud de los habitantes a largo plazo", ha asegurado Sánchez Pulido sobre la problemática en el día a día para los habitantes de los municipios.
Las soluciones ante esta problemática, según el técnico, son varias; eso sí, "no son del todo viables, pero sí seguras". "Los sistemas habituales de depuración están pensados para retirar sólidos en suspensión y materia orgánica, pero no compuestos químicos ya disueltos. Tecnologías como la ósmosis inversa o el intercambio iónico son muy buenos para esto, pero tienen un coste demasiado grande", ha enfatizado.
Aun así, Sánchez Pulido ha recordado que el "agua que bebemos" es un bien sometido a controles continuos y que, "salvo que se indique lo contrario, el agua distribuida por la red pública es segura". Según ha comentado, existen protocolos para limitar su uso y comunicarlo a la población. La clave, señala, "está en la transparencia y en la inversión en infraestructuras que permitan una gestión del agua más eficaz, especialmente en una comarca como la Axarquía, marcada por la escasez hídrica y la presión sobre los recursos disponibles".
Iznate, el primer municipio en "volver a la normalidad"
Iznate ha sido el primer municipio que ha vuelto a tener agua potable. Aun así, según ha confirmado a este medio Gregorio Campos, alcalde de Iznate, "las alarmas se encendieron a finales de octubre, cuando unos depósitos que abastecen a una parte de la población salieron con altos niveles de clorato". Tras esto, el pasado 14 de noviembre, viendo que al otro depósito le ocurría lo mismo, optó por comunicarlo a las distintas autoridades sanitarias y a la Delegación Territorial de Salud y Consumo de Andalucía y "ellos declararon que el agua no era apta para el consumo", ha asegurado.
Campos ha mostrado todo su agradecimiento a todas las entidades que han conseguido que el pueblo de Iznate "haya vuelto a la normalidad". Aun así, según han confirmado, el coste de dos análisis diarios al agua, más toda el agua embotellada que se ha repartido a los habitantes, ha supuesto un coste al consistorio de entre 15.000 y 17.000 euros. "Lo hemos comentado con la Junta de Andalucía para que nos suministre una pequeña ayuda, ya que esto no estaba previsto".
Por su parte, el alcalde de Totalán, Miguel Ángel Escaño, ha confirmado que se están realizando los trabajos de limpieza de depósitos y de purga de tuberías, ya que "los cristales de clorato pueden quedarse en las propias tuberías". "De momento seguimos repartiendo agua embotellada, pero esperamos que más pronto que tarde podamos volver a la rutina de siempre", ha concluido.
El alcalde iznateño y el alcalde de Totalán no han querido culpar a las infraestructuras de Axargua, la empresa pública que se encarga de gestionar el agua en la zona oriental de Málaga. "No los culpo, ya que tengo entendido que el problema fue con unas partidas de cloro que no eran aptas, pero es verdad que las infraestructuras tienen más de 35 años; una remodelación no vendría nada mal", ha corroborado Campos sobre esto.
También te puede interesar
Contenido ofrecido por Clínica Crooke