Tres de los 39 burro-taxis de Mijas no pasan su particular 'ITV'

La mejor manera de saber si un trabajador está en perfectas condiciones para desempeñar sus labores es que pase por un chequeo. Lo mismo ocurre con los burro-taxis de Mijas, por lo que desde hace años estos animales pasan por una inspección veterinaria para determinar sus condiciones físicas. Sin embargo, en esta ocasión los resultados no han sido totalmente satisfactorios: se ha detectado que tres burros de los 39 analizados no son aptos para prestar este servicio turístico que se ha convertido, con el paso de los años, en la seña de identidad de este municipio.

Así se desprende de un informe realizado por la empresa veterinaria Canes, la cual es la actual concesionaria del Parque Zoosanitario. El examen veterinario ha consistido en una exploración clínica general, aunque se ha prestado una especial atención a determinados aspectos vinculados con el servicio de paseo. Por ello, los expertos han examinado la piel, la musculatura, dentadura y ojos de los burros, aunque también han valorado su aparato locomotor tanto en movimiento como parados. A ello hay que sumar las pruebas realizadas en el aparato cardiorespiratorio, gastrointestinal y reproductor de los equinos.

Una vez realizado el examen a los 39 burros que forman parte de este servicio, se ha determinado que tres no cumplen los requisitos básicos para seguir funcionando como medio de transporte. Los tres animales presentan patologías similares, pues dos de ellos sufren cojeras. Uno tiene heridas en las orejas y otro en las extremidades posteriores por el roce de los arneses. Además están muy delgados.

Por todo ello, el Consistorio retirará la licencia a los tres burros que no han superado el examen veterinario, el cual es conocido popularmente como ITV. El concejal de Agricultura y Ganadería, José Antonio Sánchez Peña, indicó que en las labores de control se han revisado las condiciones de estabulación de los animales, al estudiarse el espacio donde se encuentran, la limpieza y si reciben la suficiente sombra. El informe de Canes califica estas condiciones como "óptimas".

Los exámenes se deben realizar periódicamente, según se recoge en la ordenanza municipal que rige a los burro-taxis. En el texto legal se contempla que normalmente se realizarán una vez al año, aunque el Ayuntamiento se reserva la potestad de ordenar controles extraordinarios o en fechas puntuales. No obstante, el Consistorio ha visto conveniente aumentar la periodicidad de las pruebas, por lo que éstas se llevarán a cabo cada tres meses. Hay que recordar que a principios de mes se amplió el trayecto que realizan los arrieros por el pueblo, ya que se retomó el antiguo recorrido por el centro histórico. Esto fue posible gracias a que los animales llevan una especie de depósitos traseros donde caen sus deposiciones. Así se evita que los excrementos lleguen a la vía pública.