Una cárcel 'cinco estrellas'

La provincia de Málaga podrá paliar buena parte de sus problemas de saturación en el centro penitenciario de Alhaurín de la Torre para principios del año 2013, una vez que entre en funcionamiento la nueva cárcel que se construye en estos momentos en Archidona.

Las nuevas instalaciones ocupan una parcela de 350.000 metros cuadrados, en el paraje conocido como la Saucedilla, con una superficie construida de 110.291 metros y una ocupada por edificios de 44.000 metros cuadrados. Todo ello con una altura máxima de sus inmuebles de 15 metros.

En realidad en su interior lo que se construye es una miniciudad con 17 minicentros que contará con las mayores comodidades posibles dentro de las limitaciones que supone un centro penitenciario. Una de las principales novedades es la mayor amplitud de las 1.008 celdas con las que contará el centro, que pasarán de los 10 metros cuadrados habituales a los 13 metros cuadrados. De este modo se pretende dar una mayor comodidad a los reclusos.

Además, los internos también podrán disfrutar de unas amplias instalaciones para realizar diferentes actividades durante el tiempo que tengan que permanecer privados de libertad. En concreto, dispondrán de un edificio deportivo-cultural, espacio para talleres productivos y un campo de fútbol.

Pero no serán los internos los únicos en tener mejoras, también los funcionarios dispondrán de las últimas tecnologías referidas a cárceles en los edificios de ingresos, salida, tránsito, Jefatura de Servicios, comunicaciones o la enfermería.

A ello se unen otras novedades que van ligadas al diseño de las propias instalaciones, que tendrán los espacios libres y las zonas verdes distribuidas en forma de H, lo que persigue que el tránsito interno pueda ser mucho más sencillo y fácil de controlar. En las intersecciones se ubicarán los puestos de vigilancia.

Por otra parte, la iluminación que será instalada es otro aspecto destacable, ya que se ha optado por colocar luminarias de bajo consumo, que ofrecerán una mayor eficacia y durabilidad, además de un importante ahorro energético. Precisamente, la construcción de una planta termosolar es otra de las novedades en este sentido, con capacidad para calentar el 70% del agua que consuma la prisión. Además, contará con su propia estación de depuración (EDAR), que verterá las aguas recicladas al arroyo Vivarenas.

La puesta en servicio del segundo centro penitenciario malagueño supondrá un desembolso económico para las arcas públicas de 117 millones de euros, que son asumidos por la Sociedad Estatal de Infraestructuras Equipamientos Penitenciarios (SIEP).