Cartajima revive su senda perdida

El Ayuntamiento está instalado esculturas de gran tamaño realizadas con madera reutilizada por el artista Diego Guerrero

Una ruta de senderismo que conecta dos de los pueblos más bonitos de Málaga para recorrer el Bosque de Cobre

Las esculturas están situadas en mitad de un bosque de castaños.
Las esculturas están situadas en mitad de un bosque de castaños. / Javier Flores

La Serranía de Ronda cuenta con numerosas rutas en la naturaleza que cada año reciben a miles de visitantes. Un atractivo natural que diversos municipios están complementando con tematizaciones de senderos que aportan un atractivo complementario.

La aldea azul, surgida a raíz de la presentación de varias películas de Los Pitufos en la localidad de Júzcar, o la creación del Bosque Encantado de Parauta, han sido dos de las iniciativas que más éxitos han tenido en los últimos años.

A ellas se suma el propio Bosque de Cobre, sobrenombre que recibe el Valle del Genal al llegar el otoño sus castañares toman esos colores amarillos y cobrizos antes de perder las hojas.

Ahora, Cartajima se sumará a estas otras localidades con la puesta en marcha de la denominada Senda Perdida. Un camino que parte desde el propio municipio y que discurre entre los castañares. Además, suma unas espectaculares vistas sobre todo el valle que dan una imagen de su grandeza.

Para la puesta en marcha del proyecto desde el Consistorio se optó por elegir al escultor local Diego Guerrero, que también ha creado el Bosque Encantado. No obstante, se trata de dos rutas y conceptos completamente diferentes.

Esta última creación está destinada a representar los principales animales de la zona mediante esculturas de gran tamaño creadas con la reutilización de la leña del castaño. Así, estarán representadas las aves mediante un águila, cabras montesas, ciervos, zorros y caballos, un animal este último que tuvo una gran importancia en el pasado para los trabajos y el transporte entre pueblos. Unas creaciones que han sido confeccionadas a mano en el taller de Guerrero y que, en algunos casos, superan los tres metros de altura.

El propio Guerrero ha reconocido las complicaciones que ha tenido para poder hacer realidad este encargo que se ha convertido en todo un reto. “Al principio traté de hacerlo todo muy fino, pero me terminé dando cuenta de que no era viable y opté por las astillas de madera”, explicó.

Las cabras montesas son otro de los animales representados.
Las cabras montesas son otro de los animales representados. / Javier Flores

La madera utilizada salió de los propios castañares de la zona. “Llevo ya muchos años dedicado a este trabajo y al salir al campo identifico rápidamente qué parte del cuerpo puedo representar con cada trozo de madera”, afirmó.

Las formas creadas por la propia naturaleza han sido transformadas en partes del cuerpo perfectamente reconocibles, como es el caso de la cara, cornamenta, las crines o las cornamentas.

Las esculturas ya se encuentran situadas en puntos estratégicos de esta ruta que parte desde el propio casco urbano y que es apta para todas las personas, ya que presenta una dificultad baja.

Desde el Consistorio esperan revitalizar así el turismo en el municipio que, hace varios años, también optó por la creación de diversos murales dentro del propio casco urbano y que podrían ser un inicio de partida antes de buscar estas esculturas escondidas.

En este sentido, la alcaldesa del municipio, Isabel Jiménez, explicó que “buscamos poner el valor los paisajes y la riqueza del Valle del Genal”.

Además, aseguró que “se trata de senderos públicos que tienen una menor presencia de visitantes y que permite poder disfrutar de la naturaleza en todos sus extremos, desde escuchar a los pájaros o ver saltar un saltamontes”.

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