La cetrería toma el cielo

La Vega de Antequera acoge desde ayer el Campeonato de Andalucía de Cetrería en las modalidades de altanería con perro de muestra y bajo vuelo, que tendrá hoy su segunda jornada de competición en los campos de vuelo habilitados en la finca La Noria. Allí se dan cita casi 70 cetreros procedentes de diferentes puntos de España, algunos de ellos llegados desde Álava, y que aspiran a hacerse con el triunfo en uno de los campeonatos de esta modalidad de caza más importantes del país.

Además, varios cientos de aficionados se congregaron en la zona habilitada por la organización para contemplar los lances de aquellos cetreros que entraron en competición, aunque muchos de los aficionados a este arte de caza, declarada por la Unesco como patrimonio mundial inmaterial, acudieron con sus aves, siendo una de las sensaciones de la jornada entre aquellos que acudía a ver un evento y no son cetreros.

Halcones, águilas harris, azores, lechuzas o búhos son algunos de los ejemplares que pudieron verse, tocarse y fotografiarse con ellos, eso sí, aunque la mayoría se dejan coger, algunos de ellos se hacían respetar y guardar las distancias.

La cetrería parece tener la cantera garantizada, como demuestra el importante número de pequeños que estuvieron presentes, algunos de muy corta edad, y que ya vestían con el atuendo de cetrero y portaba su correspondiente ave rapaz.

Mientras tanto, en el campo de vuelo a primera hora de la mañana tenía lugar la competición de una de las modalidades más complejas, la altanería con perro de muestra, que hace que cetrero, halcón y perro tengan que trabajar de forma coordinada para dar lugar a un buen lance que termine con la captura de la presa lanzada desde un lugar oculto. Una vez que el perro marca la presa, el halcón que espera a gran altura se lanza en espectaculares picados hacia el punto fijado por su compañero de trabajo. Eso sí, ayer la abundante presencia de palomas hizo que algunos de ellos prefiriesen dirigirse hacia estos objetivos, y es que una vez en el campo la naturaleza cobra su papel propio dentro de cada lance.

Los cetreros insistían ayer en las bondades de esta forma de caza, ya que se trata de animales que todos provienen de la cría en cautividad y que se convierten en una garantían de que ninguna de estas especies puede desaparecer, ya que, si por algún motivo desaparecen en la vida salvaje, siempre quedarán estos ejemplares.

Además, destacan el hecho de tener que estar los 365 días del año pendientes de sus aves, tanto entrenando como alimentándolas para que tengan la fuerza física necesaria que les haga que cuando tratan de cazar a una presa tengan la suficiente resistencia y energía para hacerlo. En este sentido, rechazaban de plano la acusación que algunos les realizan sobre la mala alimentación de estas aves. "Si estuviesen mal alimentadas no cazarían nada, no serían capaces de perseguir a sus posibles presas y se les escaparían todas", explicaba uno de los cetreros presentes. Y es que estos pájaros deben estar el mismo nivel que aquellos que viven en libertad para poder cazar y competir con ellos cuando salen al campo.

Mientras tanto, el presidente de la asociación Acesur, Francisco Ramírez, reclamaba una "justa reglamentación" para la cetrería, y es que todavía se trata esta modalidad como si las aves proviniesen del mundo salvaje.

Ramírez también resaltaba la "asión" con la que el cetrero vive esta actividad y cuida de sus rapaces, teniendo que emplear entre uno y dos meses para poder dar el entrenamiento necesario a un pájaro para poder salir a cazar. Posteriormente necesita un entrenamiento continuado durante todo el año para no perder su forma física, ya que "son atletas", señalaba otro cetrero.